Esta semana, mi lunes se pasa al martes, y es que ayer, bien tempranito, regresábamos de Estambul, donde hemos pasado unos días con la familia para asistir a una boda. Con eso de ahorrar en equipaje, dejamos nuestra cámara en casa y decidimos tirar de móviles. Yo, para rizar un poco más el rizo, decidí captar una perspectiva distinta de la ciudad, evitando las fotos paisajísticas de monumentos y mezquitas (que a mí no se me dan nada bien y además pueden encontrarse en Google a golpe de clic) y centrándome en inmortalizar instantes mágicos y rincones bonitos. Todo ello en formato Instagram.
Si te apetece, ¡quédate, que arrancamos!
Una de las cosas que más me enamoró de la ciudad fueron algunos de sus suelos y azulejos. Los de las salas del Palacio de Topkapi eran para llevárselos a casa (suerte que me dio lugar a disparar unas cuantas fotos antes de que el guardia me recordara que allí no se podía).
Me llamaron mucho la atención los puestos de castañas, siempre presentes en tramos peatonales, y todos iguales, con sus ruedas y su toldo de rayas rojas. Altamente recomendable, disfrutar de un brunch el domingo con un desayuno turco tan apetitoso como el que podéis ver aquí arriba. Delicioso. Por si queréis apuntar, nosotros fuimos a una zona llamada Rumeli Hisari, en el Bósforo.
Caminar por el paseo del Bósforo si el día está soleado es casi una obligación, como también lo es perderse por las callejuelas del centro de Estambul, en el barrio de Beyoglú, que esconde cuestas, escaleras y calles empedradas, mucho verde y un sinfín de terrazas en las que disfrutar de un humeante y rico té turco. Escapar de lo meramente turístico te permite conocer otra cara de la ciudad, más tranquila y mucho más auténtica.
Y por último os dejo unas fotos de Civan, una tienda tan preciosa que merecía ser empaquetada con todo lo que hubiera dentro. Ya veis lo fotogénica que es y, además, todo es hecho a mano por ellos.
Espero que hayáis disfrutado del paseo y de esta perspectiva algo más personal de una ciudad tan turística.
¡Nos leemos mañana!
Ooh! Bonitos detalles y muy bien vistos! Tiene que ser una ciudad preciosa y una mezcla de culturas muy llamativa! Esos azulejos me recuerdan demasiado a mi Graná moruna..jeje :P Besos
missnimrodel.blogspot.com.es
¡Gracias, guapa! Todo un halago que te gusten mis fotos ;) Claro, que el formato Instagram es muy agradecido, jejeje. Lo de los azulejos rollo moruno me tiene loca. Fantaseo con tener mi propia casa y poder alicatarla así de bonita… ¡Por lo menos el patio!
¡Un besote!
Madre mia, qué bonito es todo, te pasa como a mi , cuando voy a un lugar nuevo me gusta callejear y conocer todos los rinconcitos. Así es como se conoce bien. Yo si hubiese ido habria querido traerme todo los bazares, jajaja. Gracias por las fotos y me alegro que hayas disfrutado del viaje. Un bezazo.♥♥♥♥
Jejeje… Suerte que yo no tuve mucho tiempo para compras con todo el jaleo de la boda, porque es fácil dejarte conquistar por lo bajitas que están las liras turcas (además, a mí lo del regateo se me da fatal :P).
¡Besitos!
Que ganas tengo de ir a Estambul, y viendo tus imagenes mas aun!!
Que lugar tan maravilloso, cuanto encanto! Se nota que has disfrutado un monton!!
muchos besos!
Sí que es un lugar muy especial y perderse por sus calles es, sin duda, lo mejor. ¡Me alegra que te gusten las fotos! Muchas gracias por pasar y comentar ;)