¡Muy buenos días! Escribo estas líneas un domingo por la noche, pero cuando estéis leyendo esto ya será, por lo menos, lunes. Hoy no escribo yo, aunque sean mis dedos los que aporrean el teclado, os habla mi espalda, después de un fin de semana intensivo de mudanza en el que sólo nos hemos permitido descansar la media hora reglamentaria y necesaria para engullir, con mucha hambre pero poco paladar (por el nervio y las prisas), todo lo que mi fantástica suegra nos ha puesto estos días por delante (¡gracias!).
Y os habla mi espalda porque yo he dado carpetazo a las muy numerosas cajas y bolsas, que aún nos quedan por abrir, para coger al señor Wayne de la solapa y largarnos a darnos un buen homenaje de sushi, que bien nos lo merecíamos (confieso que él más que yo, por todo el desmontaje-traslado-montaje de muebles). Así que, mientras yo disfruto, hago como que ignoro a los dos pesados sacos de arena que, imaginariamente, se han instalado sobre mis hombros, o a esos que parecen estar rodeándome las lumbares, mientras mi espalda rememora, como si hiciese mil años que no los vive, aquellos fines de semana en los que las obligaciones no tienen cabida y una puede, tranquilamente, pasarse el sábado o el domingo (o ambos) hecha una pelotilla en el sofá.
Con eso soñamos las dos (mi espalda y yo), con hacernos con una buena lista de películas y pasar el próximo fin de semana debajo de la mantita, pegadas a la estufa y sin más preocupación que alcanzar a coger el helado del cajón del congelador. Eso sí, más me vale haber hecho méritos por tener mi palacio sin gotelé (qué felicidad da decir esto) medianamente ordenado, que aún son muchas las cajas que nos quedan por abrir y muchos los espacios por decorar para hacer de esto nuestro nuevo hogar.
No hay más por hoy, la que manda en esto que escribo me pide encarecidamente que adopte la posición horizontal y nos permita descansar a ambas, pese a la sospecha de que mañana tendré agujetas hasta en la coronilla (y encima toca madrugar).
Y vosotros, ¿cómo habéis pasado el fin de semana? ¿Ha ganado el placer o la obligación?
Que paséis un día estupendo.
Ánimo guapa! Ya verás que bien te sientes cuando esté todo en su lugar!!:)
¡Muchas gracias, Macus! Seguro que sí ;)
Con un poquito de retraso…. !Gracias por el piropo! Feliz de ver vuestra ilusión en este nuevo hogar (Sin goteleeee).
Gracias a ti por la gran ayuda, que con lo que yo me colapso, siempre viene bien. Ya lo tenemos casi listo ;)
Un besote
Hola Esther, qué tal te encuentras? Y tu espalda?
Yo la verdad que el fin de semana me he dejado llevar por el placer y no por las obligaciones que poco a poco se me van acumulando; pero he decidido prestarles atención a partir del miércoles (día que vuelven la peque y el papá).
Qué sí, qué sí, que estoy de «rodríguez», aunque no te lo creerás, pero me estoy portando mediánamente bien, jejeje.
Besotes
Hola Lili, me encuentro bien, gracias. Mi espalda va mejor :P
Una de las cosas buenas de estos días de paliza es que el insomnio ha desaparecido y caigo frita en el sofá diez minutos después de quitar la mesa.
No me creo que hayas estado de «Rodriguez» en plan tranquilo, fijo que has hecho mil cosas, aunque ya no hablemos de la nocturnidad y desenfreno, jeje…
¿Te veremos por aquí en marzo? Así visitas mi casa nueva ;)
Besotes
Pobre!!! Te comprendo. Vaya esfuerzo. Ahora ya poco a poco.
Que gracia me ha hecho el mini sushi, jajaja.
Que tengas una felicísima semana soñando con tu casa sin gotelé.
ABAJO EL GOTELÉ !!!
Gracias, Marisa. Ahora poquito a poco, que tenemos que dejar la casa preciosa. De momento estoy muy contenta con el cambio, aunque aún tengamos una habitación llenita de cajas :P
Un besote, guapa.
Paciencia, lo más dificil ya pasó y ahora cuando te estreses sólo tienes que levantar la mirad ay ver esas paredes lisas, libres de gotelé!
Tómate las cajas con calma, y sin prisas. Que ya tendrás tiempo poco a poco de acomodar.
:)
Eso haré, Tiby. Nada de reorganizar a la bulla y corriendo que luego cuesta la vida cambiar lo que ya has colocado y aquí se trata de crear un hogar, distribuir y decorar con gusto y con mucho amor :)
¡Un besote, guapa!
Ánimo, que ya ha pasado lo gordo! Además, no hay pena o cansancio que no lo arregle el sushi con una buena cerveza muy fría o un vinillo…ummm…
Qué bien lo sabes. Te prometo que comer sushi me hace feliz. Así, literal :) Qué ganitas de que vengáis para llevaros a nuestro sitio favorito, porque vais a salir de allí flotando. Ya veréis, ya…
Besotes
Bueno, lo peor ya esta hecho!!! Y ahora toca descansar un poco que esa espalda lo merece…que tengas buena semana guapa!! Besotes
Gracias, Almu. Y tanto, ahora a desempaquetar y ordenar con orden y buen gusto. Buena semana también para ti, guapa.
Un besote ;)