¡Por fin es viernes! Viernes 13. Y pese a que por estos lares el día de la mala suerte comparte ese mismo número, pero cae en martes, con esto del gusto por todo lo que viene del otro lado del charco ya se viene percibiendo a gente que recela de días como hoy. Así que aprovechando la fecha, vamos a hablar de supersticiones.
Yo no soy demasiado supersticiosa, pero reconozco que evito muchas de las cosas que se consideran como tal y que, a parte de las ya establecidas, tengo muchas manías tontas a las que atribuyo cierto carácter de suerte. Por ejemplo, nunca me despido diciendo adiós, cuando me lavo los dientes siempre acabo bebiendo tres buchitos de agua directamente del grifo y ésta, de la que tanto me reí al descubrir que también le pasa a la gran Volatil, Agustina Guerrero, el papel higiénico una vez colocado en el baño, debe caer siempre por delante (podéis ver su viñeta aquí).
Pero ahora pasemos a esas tan popularmente conocidas y grabadas a fuego desde que apenas levantamos un palmo del suelo.
De las más conocidas popularmente tenemos al pobre gatito negro, con el que pocos quieren cruzarse. Cuentan que se le consideraba la reencarnación del diablo, de ahí el miedo. Yo no es que le tenga mucha manía a ésta, pero reconozco que cada vez que veo uno por la calle no puedo evitar pensar en la superstición. Pero en realidad son tan bonitos… Ahora, tengo una amiga que tiene un gato negro en casa y a mí me da pavor, pero es que es gigante y los gatos y yo nunca hemos sido muy buenos amigos, aunque reconozco que esto va cambiando poco a poco…
Pasar por debajo de una escalera. Ésta me recuerda más a cuando era pequeña porque estaban siempre los niños que desafiaban a la supuesta mala suerte que provoca el gesto. La cosa viene del triángulo que ésta forma al estar abierta, ya que dicha figura geométrica siempre se ha considerado un símbolo sagrado, por lo que atravesarla era visto como un sacrilegio. Yo no paso por debajo de escaleras abiertas, pero no es por miedo o superstición, es porque sinceramente, no le veo la necesidad.
Los espejos rotos. Ésta me gusta poco, lo confieso. Por suerte (ahí me delató la superstición) nunca se me ha roto ninguno y suele darme cosa hasta que se me caiga al suelo la cajita del maquillaje o el colorete, por miedo a abrirla y que se haya roto. De hecho nunca sé que hacer con las que se me acaban porque me da no-se-qué tirarlos y acabo acumulando cajas vacías de maquillaje con espejitos a los que no planeo darle ningún uso. Yo creo que lo que más aterra es lo de que te digan que son siete años de mala suerte, démosle cancha a la sugestión, señores… ¿El origen? El espejo siempre fue un elemento de adivinación y decían que si se rompía era para no mostrar un suceso malo.
Derramar la sal. Tampoco me hace a mí mucha gracia que se derrame la sal y cuando me pasa hago aquello de tirarla hacia atrás sobre mi hombro izquierdo. Con ésta hay varias creencias, aunque a mí me gusta la de que la sal era tan valiosa que se usaba como moneda de pago (y que de ahí viene la palabra salario), por lo que derramarla es señal de mala suerte.
Derramar el vino. Para mí el miedo de ésta es que caiga en la ropa, que cualquiera acaba con una mancha de vino (sobre todo si aún no posees el ‘gen-madre’). Pero en este caso la superstición tiene fácil arreglo, basta con mojar el dedillo en ese que has derramado y aplicártelo sobre la frente, que dicen que eso da salud. ¡Ah! Y pedir que aún quede vino en la botella para llenarte la copa, sobre todo si es del bueno.
La lista es infinita, y también hay supersticiones de la buena suerte, como la herradura, la pata de conejo (a mí esa siempre me da dado cierta cosita) o el trébol de cuatro hojas. Pero ya sabéis, el remedio infalible contra todas ellas y como ya nos lo cantara Manolo Tena en los noventa: «si no es por superstición, puede ser por precaución, pero de todas maneras…. ¡Tocar madera!«.
Y vosotros, ¿me contáis vuestras supersticiones?
Que paséis un fin de semana genial.
P.D. – Os recuerdo que estoy de sorteo express en Facebook y tenéis hasta el domingo por la noche para participar y haceros con la taza de la mujer trabajadora (esa que todas somos, no lo olvidéis).
Nunca había visto unas supersticiones tan bonitas como las que tu has ilustrado 😍 yo no soy una supersticiosa típica, soy muy original. Las que has dicho no me quitan el sueño, pero eso si: que nadie me pase la sal en la mano! 😂
Somos una mezcla de tooo jaja , amamos los gatos negros, Carol que pertenece a nuestro Equipo tiene una gata negra y se la escucha mas hablar sobre el Karma , y por otro lado Carmen y yo como que no queremos creer en las supersticiones , dependiendo del estado de cada una, solemos caer jajaja … Pero dicen que mas vale prevenir que lamentar jajajaja
Jajaj, que bueno! Yo no soy nada supersticiosa, de hecho me encantan los gatos negros, por ejemplo. Mi abuela tenía uno negro negro intenso, precioso… Y lo del vino no lo había escuchado nunca, pero si que es mala suerte que se te derrame un buen vino, menuda pérdida :P
Quizá la única medio-superstición que tengo es llevar una estampita en el monedero (muy abuela yo…jajaja)
Menos mal que he leído la del vino por ahí, porque si no iba a empezar a pensar que me la he sacado de la manga. Ahora estoy intentando acordarme de dónde la aprendí, pero no me sale… La de la estampita es graciosa, yo sólo tengo una que me dio mi madre cuando me compré el coche y que va guardada en él, el patrón de los conductores, creo.
Un besote.
Hola por aquí,
Yo no soy muy supersticiosa, pero es verdad que suelo pensar en la superstición en sí cuando se me cruza un gato negro (ayer mismo sin ir más lejos), cuando se rompe un espejo (la semana pasada aunque no sé si fui yo o la peque), cuando se abre un paraguas en casa,… o cuando pongo o ponen el bolso en el suelo, porque mi madre es de lo más repetitiva con eso de que si lo pones en el suelo se vuela el dinero, y las mil chorreadas más que se dicen.
Supersticiosa no soy (o creo no serlo) pero maniática mucho, coincido con lo del papel de higiénico, incluyo las perchas (incluso las coloco en las tiendas), los olores o los bolígrafos (siempre he tenido que tomar apuntes en bolígrafo azul claro punta fina, en negro me parecen sucios y debo pasarlos a limpios) , y otras de las que por fin he superado, yuju!!!! como dormir siempre con los brazos y piernas en la mismo posición el uno del otro (y otras cuantas más).
Besos
Lo de las perchas también me pasa a mí, me da muchísima rabia que las coloquen mal (esto es al revés de como yo las coloco) o peor, que cada una vaya en una dirección, ¡qué coraje! Jajaja. Reconozco que alguna vez las he puesto derecha en algunas tiendas, pero sólo cuando son pocas. Pero sí, de tus manías recuerdo unas cuantas. Como esa de recoger las mesas de los bares antes de que vengan los camareros (cuando las cosas son de los clientes anteriores). La de la postura de dormir no la conocía, ni entiendo muy bien cómo va, ya me la contarás.
Un besote.
Jajaja!!!!!! Lo que me he reido leyendote.Yo tampoco es que sea muy supersticiosa,creo que es mas bien manias,a pesar de haberme criado con mi abuela materna.Ella si que era supersticiosa y super maniatica,la cual me inculcó mucho de las dos cosas.Como no dejar tijeras abiertas,cruzar cuchillos…… recuerdo y me rio porque en su casa habia una herradura detras de la puerta.Asi que creo que nos viene de familia.Yo porsi acaso trato de evitar muchas cosas.Feliz fin de semana.Muaaa
Por cierto, yo también soy una maniática con la postura del papel higiénico, incluso lo he cambiado en casas ajenas !!!! ;)
Jajaja. Pues entonces ya sé de dónde me viene a mí la manía, y yo también lo cambio en casas ajenas. Te recuerdo contar muchas cosas de tu abuela, es cierto. Como aquella de no dejar la mesa puesta de noche, de esa me acuerdo a veces (y no porque me deje la mesa, pero no sé, se me viene a la cabeza). Pero sí, la actitud es esa. No soy muy supersticiosa, pero mejor lo evito :D
Un besote.
jeje me ha encantado el post lleno de dibus :-)
Flipo con lo del vino, no lo había oído nunca.
Yo soy más de karma que de supersticiones… en plan: Le digo a la frutera que me ha dado la vuelta de más y se lo devuelvo… estoy dos días después fijándome a ver si me pasa algo que me compense jajaja! Bueno, es karma chantajista más bien…
Ya me habéis creado duda con lo del vino y lo he vuelto a buscar, no sea que yo me lo haya inventado, pero no, aparece en varias páginas, aunque no he conseguido encontrar el origen de la superstición, pero yo por si acaso seguiré mojándome la frente cuando se derramen algunas gotillas, jeje.
Yo intento no pensar demasiado en el karma, aunque también intento obrar bien, claro, pero es que si no me sugestiono y ya tengo yo bastantes manías encima :P
Un besote.
Yo si soy un pelin supersticiosa, o maniatica…segun se mire!!!! ;)
Por aqui se estila lo de mojar la frente diciendo salut!!! Cuando se derrama algo de cava…..pero empezare a hacer lo musmo con el vino!!!!! Por si las moscas!!!!!! ;)
Yo ya te digo, creo que soy más maniática que supersticiosa, pero aún así prefiero evitar tentar a la suerte. Fíjate que yo con lo del cava no lo suelo hacer, quizás porque no lo bebo más que en Navidad y lo del vino no sé de donde viene, pero lo he escuchado siempre…
Feliz fin de semana, guapa.