Cuentos en reformas

caperucita roja y el lobo#PlayItLoud!

Yo creo que si el cuento de Caperucita Roja volviese a ser escrito, el lobo no sería el malo de la película. Diréis que buenas reflexiones me marco yo un lunes por la mañana, pero ya veis, las cosas que le dan a una.

Tenía ganas de dibujar a la niña de la capucha desde hace tiempo y dando un paseo por Internet, observé que en casi todas las versiones actuales de la estampa Caperucita y el lobo se demuestran un afecto mutuo, dejando atrás esa imagen de bicho peligroso que poseía el pobre animal, al que siempre le ha tocado ser el malo de todos los cuentos.

Ahí tenemos a Los tres cerditos, a Pedro y el lobo, a El lobo y las siete cabritillas (y hay más, seguro). Pero nos demuestra la vida que, fuera de los cuentos, no es más peligroso quien enseña su naturaleza feroz, sino quien más trata de esconderla. Hay mucho lobo suelto con piel de cordero y a éstos sí que hay que mantenerlos a raya (y mejor cuanto más lejos).

Por eso en mi cuento, que para eso es mío, Caperucita y el lobo son buenos amigos, pero tienen que quedar a escondidas y con cuidado de no ser vistos cuando el cazador, que es el verdadero villano, merodea por la zona. ¿Quién quiere fiarse de un hombre que se pasea por el bosque con una escopeta, disparando a cualquier matorral que se mueva sin observar primero qué se esconde detrás?

La verdad es que son varios los cuentos a los que me apetecería darles la vuelta. Quizás me lo proponga algún día, siempre y cuando no haya problemas con el copyright, o quizás me suelte la melena y me lance a escribir los míos propios, todo puede ser. No es mala idea eso de darle un repasito a los tópicos antes de meterle a las futuras generaciones milongas varias en la cabeza…

Y para ser lunes me dejo ya de tanto cuento y me despido deseándoos un feliz arranque de la semana. Lo haré lo mejor que pueda para acudir puntual a la cita del miércoles, que este fin de semana mi agenda y yo hemos estado hablando y creo que hemos llegado a un acuerdo, pero mejor no prometo nada.

Antes de marcharme cuéntame tú, ¿a que cuento le darías la vuelta?

fin post-

Anuncio publicitario

Desencuentros con mi agenda

calor y helados#PlayItLoud!

Épocas de toros que corren tanto que siempre me acaban pillando, de musas salieron a comprar cigarrillos y nunca más regresaron, de relojes que engullen las horas como si el día ya no tuviese veinticuatro (¿seguro que el gobierno no ha hecho recortes en el tiempo?). Me salto citas a las que no quiero faltar y no es por falta de ganas.

Podría daros mil excusas más que no lo son tanto, pero tampoco voy a convertir esto en el cajón de mis frustraciones acerca del espacio y el tiempo. Así que sin más me asomo, para no faltar también a la cita del viernes, y lo hago pensando en sol, calorcito y helados, que es a lo que invita esta ola de calor que nos ha pillado casi in-fragantis, con el armario a medio camino entre la primavera fresquita y temperaturas más propias del más fuerte de los agostos.

Yo empiezo a arrastrar un maravilloso resfriado, producto de la combinación de aires acondicionados y el ‘terral’ malagueño (esa sensación de que al salir a la calle te plantan cien secadores con viento caliente en la cara), y no puedo más que pedirle al reloj, que ahora sí, coja carrerilla y se plante en las seis de la tarde, para regalarme un buen puñado de horas de no hacer nada por obligación.

Y pese a no estar obligada yo me prometo sentarme con la agenda y poner orden en mi vida creativa, antes de que las vacas se hagan más flacas. Ordenar todos los proyectos que tengo en mi cabeza y darles forma, para así poder empezar a compartirlo con vosotros, que de eso sí que tengo ganas. Y dejar de lamentarme porque las musas vuelan y el tiempo corre, coger al toro por los cuernos y recuperar la calma.

Pasad un fin de semana genial.

fin post-

Planes pequeñitos

pensamientos lunes#PlayItLoud!

 ¡Buenos días! Comenzamos semana y en lugar de ahogar las penas del lunes en café, mejor mojarlas en plan galleta, bizcocho o magdalena mientras recordamos las cosas buenas de las que hemos vivido este fin de semana, que seguro que hay alguna. O, a unas malas, mientras pensamos en ese buen puñado de cosas pequeñitas de las que ya podemos ir disfrutando, aunque esta entrada te pille en la oficina.

Yo he tenido un fin de semana estupendo y casi, casi he cumplido todos los planes de los que os hablaba el viernes pasado. ¿El secreto? No proponerme grandes cosas, ser feliz con los pequeños placeres y disfrutar del presente sin agobiarme por tareas pendientes o misiones que nunca podré cumplir.

Un sábado con amigas, disfrutando del solecito, cañas y buena comida, pasear por el centro de Málaga, que cada vez está más bonita, preparar una cena rica, dormir hasta que el cuerpo te diga basta, no hacerle demasiado caso al móvil (cuesta, pero es posible), pintarme las uñas de los pies y pasar un buen rato jugando con mis acuarelas (sin grandes resultados, pero disfrutando, que de eso se trata), salir a caminar un rato cuando el sol del domingo está a punto de marcharse.

Nada del otro mundo, pero todo un mundo si sabes disfrutar de ello. ¿Por qué proponernos retos tan grandes que no consiguen más que ahogarnos y hacernos sentir que fracasamos continuamente? No se crean que me lo tengo aprendido, aún me queda un buen trecho para hacerme con la dinámica de vivir el hoy, que mañana ya será otro día y de momento no conviene obsesionarse con él.

Me despido antes de ponerme demasiado profunda este lunes por la mañana, pero antes brindo con un café y os regalo unos cuantos pensamientos felices, que podéis hacer vuestros si son capaces de arrancarle una sonrisilla a esos labios que el primer día de la semana tienden a curvarse poco hacia arriba. Es lunes, ¿y qué? Haz planes pequeñitos y vive el presente.

fin post-

Planes de fin de semana

escápate, es viernes
#PlayItLoud!

Quería haber empezado (y acabado) esta entrada hablando de algo divertido, apasionante, interesante. Pero como esos cantantes que cuentan con música su hazaña fallida por escribir la canción más bonita del mundo, yo hoy no doy para mucho más que para alabar las bondades del viernes, que al menos promete tiempo libre y descanso.

Silenciar el despertador un par de días y vivir al ritmo que marquen mis constantes vitales. Sacar algún que otro ratito para estirar el cuello, cerrar los ojos y, cual caracol, disfrutar de este sol maravilloso y de unas temperaturas quasi-veraniegas (nota mental – y escrita – desempolvar mis pintauñas y darle color a mis pies; desterrar las medias al fondo del cajón; preparar mi piel para el verano – por favor no se me olviden del protector solar).

Por aquí hace tiempo de playa y la orillita del mar goza ya de un buen puñado de sombrillas, toallas sobre la arena y familias con el pack completo de mesas, sillas, neveras y un buen cargamento de filetes empanados y tortillas de patatas. Aunque yo aún no me he atrevido a lucir palmito en bañador. Y es que, un año más, llego tarde a la operación bikini. Pero como vale más tarde que nunca, estoy en pleno proceso de coger el hábito de salir a andar. Una buena caminata de pasitos rápidos y que el tono vaya llegando a su ritmo, sin fechas impuestas ni objetivos disparatados.

Quizás busque algún momento para seguir jugando con mis acuarelas, sentada en el patio bajo el sol, con una cerveza fresquita y algo de música de fondo (sí, esto suena tan bien, que definitivamente tengo que buscarle un rato).

En resumen, este fin de semana me escapo, me escapo del mundo aunque sea desde el sofá de casa. Aparco la rutina para que ésta me vaya cogiendo fuerzas, que el lunes se nos vuelve a presentar en un santiamén y, no sé vosotros, pero yo prefiero recibirlo con una sonrisa, así que a disfrutar del tiempo libre.

¡Hasta el lunes!

fin post-

Cuando el tiempo era elástico

malabares y tiempo elástico

#PlayItLoud!

Últimamente me acuerdo mucho de cuando era niña y los días parecían eternos. Aunque tuviese que ir al colegio y no saliese de allí hasta por la tarde, aún así llegaba a casa y lo que quedaba de día daba para hacer deberes, ver la tele, jugar y hacer el tonto con mis hermanos antes de la cena. Y esto teniendo en cuenta que no debíamos acostarnos muy tarde.

Me pregunto qué narices ocurre con los años, que esa elasticidad del tiempo desaparece y de pronto cuesta la vida atrapar los minutos y conseguir que las veinticuatro horas del día te dejen cumplir con tu agenda. Y eso que lo de irme temprano a la cama me queda lejos y tiendo a dormir más tarde de lo que debiera (así estoy durante el día, zombie total).

Combinar lo que me da de comer, lo que de verdad me apasiona y mi vida personal está siendo harto complicado últimamente y con frecuencia me sorprendo haciendo malabares y rascando minutos de donde no hay para llegar a todos los sitios en los que quiero estar.

Y pese a todo estoy segura de que el problema reside, en parte, en que no aprendo a organizarme bien. En que pierdo horas valiosas con la excusa de estar exhausta y dejo pasar musas con ideas brillantes para quedarme con los ratos en los que éstas desaparecen. ¡Qué crisis que nos creamos, si casi pareciera que nos gusta!

Lanzo preguntas al aire (si alguien tiene respuestas, que alce la voz…): ¿Cómo multiplico las horas del día? ¿Existe algún remedio para aprender a identificar esos ratos en los que tendemos a perder el tiempo? ¿Puede una convertirse en su propia coach con éxito? ¿Qué hago para descansar bien y tener energía por las mañanas?

Con esto os dejo hoy, frustraciones de ayer, de hoy y de siempre y ganas de que me regaléis alguna palabra de aliento. Y si entre vosotros hay alguien que haya descubierto la fórmula de la Coca-Cola (o algo que se le parezca un poquito), que use y abuse de los comentarios, que segura estoy de que somos muchos los que estaremos deseando conocer el secreto.

Pasad un día genial, que es miércoles y el fin de semana queda ya más cerca…

fin post-

Blogersando con agua y acuarelas

Blogersando final#PlayItLoud!

Hace pocos días que dejamos atrás abril y recibimos a mayo, y qué mejor forma de darle la bienvenida que reuniéndonos todos para blogersar, como primer lunes de cada mes. No me diréis que compartir un montón de creaciones bonitas es una mala forma de empezar la semana. Así que tanto si has empezado por aquí, como si ya has visitado a alguno de mis compañeros o participantes, os muestro mi propuesta.

El tema elegido para este mes ha sido El Agua, y ya hemos visto, por algunos de vuestros comentarios en Facebook, que la cosa no ha sido nada fácil y que a más de uno se le ha atascado un poquitín el elemento líquido. Os confieso que a mí también me ha costado trabajo decantarme por una técnica, no diré que no, pero representando a la categoría de ilustración y tratándose del tema que se trataba, pronto decidí que tenía que atreverme a hacer un dibujo con acuarela.

Blogersando detalles

No tengo ninguna soltura con la acuarela y a parte de dos o tres tonteos con la técnica, nunca había realizado un dibujo entero con ella como elemento principal, así que estaba algo asustada, especialmente porque no contaba con un plan B que me pudiera hacer salir del apuro en caso de fracaso total.

Blogersando dibujo a lápiz

Comencé trazando el dibujo a lápiz. Para redondear el tema del agua, elegí a una niña buceando como protagonista de la ilustración y, para no cargarlo demasiado, tan sólo añadí unas gafas de bucear y una estrella de mar como elementos secundarios.

Blogersando acuarela proceso

Una vez perfilado, fui rellenando el dibujo con colores pasteles muy diluidos en agua, para evitar que éstos resultaran demasiado sólidos. He añadido algunos degradados muy leves que pueden apreciarse un poco en el agua o en el pelo, pero sin arriesgar demasiado, que aún estoy un poco verde en esto y no era cuestión de mandar la creación al garete ahora que iba cogiendo forma.

Blogersando final 3

Finalmente, he perfilado todo el dibujo con un boli negro para destacar bien los contornos y, como podéis, ver éste ha sido el resultado. Creo que aún estoy a años luz de los y las virtuosas de la técnica, pero yo me doy por satisfecha al haber conseguido que mi dibujo no sea un manchurrón de colores mezclados (que dominar la pintura cuando el pincel está muy mojado tiene su aquél).

Blogersando final 2

Espero que os guste y, como siempre, os invito a pasar por la página de Blogersando, donde os esperan las propuestas de mis geniales compañeros, que tienen mucho que aportar al craft, la cocina, la costura, la fotografía y la maternidad (casi ná), y también de nuestros participantes, que seguro logran sorprendernos un mes más con sus creaciones. Yo no me lo pierdo, así que para allá que me voy.

Aún nos quedan varios encuentros más para este mes en la página de Blogersando, pero por si queréis ir dándole al coco para nuestro siguiente reunión en junio, os adelanto que el tema elegido será el de Pasatiempos y seguro que da mucho, pero que mucho juego.

¡Que paséis un lunes genial!

fin post-

Hay un monstruo debajo de mi blog

monstruos#PlayItLoud!

Hoy vengo en modo confeso-reflexivo, y es que tengo que contaros que debajo del caparazón de mi blog, como si de la cama mullidita donde descanso, repongo fuerzas y paso mis noches se tratara, vive un monstruo feo y malo que a veces hace que me olvide de por qué me asomé por aquí en primer lugar y de qué sentido quiero darle a esto.

Imagino que no soy la única a la que le invade este sentimiento. En parte es culpa mía, por no ser capaz de resistir la tentación de pinchar en los enlaces provocadores de ciertos y ciertas gurubloggers y páginas varias que proclaman poseer las claves para convertirte, tú misma, en una reina del tráfico en Internet. Y esto es, a fin de cuentas, lo mismo que no poder dormir por la noche después de haberte zampado una peli de Viernes 13 por iniciativa propia.

Ojo, no digo que cine de terror sea malo (en absoluto), como no lo son todos los blogs que centran su actividad en dar consejos dirigidos a la mejora del posicionamiento y la captación de seguidores (aunque tampoco puedo negar que hay mucho vendedor de humo), sólo digo que, como todo en esta vida, ambas cosas tienen su público y a veces debemos pararnos a pensar y a valorar si toda la información que engullimos nos hace bien.

Por eso hoy hablo por mí y de mí, en primera persona, y confieso que todo esto que os cuento me produce, en cierto modo, pequeñas crisis de ansiedad, que se manifiestan en preguntas y comentarios varios que se aturrullan en mi cabeza, todos a la vez, sin orden ni concierto.

«¿Lo estaré haciendo mal? ¿Querrán mis lectores que les hable de otras cosas? ¿Qué temas son ahora tendencia? ¿Sobre qué debería dibujar? No me han dejado ni un comentario en el post de hoy, ¿será que no les ha gustado? ¿Cómo funciona ahora el dichoso algoritmo de Facebook? Me debo fijar en lo que publican los demás, puedes que ahí encuentre inspiración. Acabaré mis entradas siempre con una pregunta que invite a comentar. ¿Cuáles son las mejores horas para publicar en Facebook. Diferenciarme es la regla. Vender mi vida Pinterest. Casos de éxito. ¿Por qué su foto de un piestureo tiene cien mil Likes más que esto que me ha llevado dos días crear?»

Como la lista no tiene fin, mejor paro, que seguro que os habéis hecho una idea del tipo de monstruo del que os hablo. Así que llegados a este punto me planto y me pregunto: «A ver, Esther, ¿qué es lo que quieres conseguir?» Y lejos de negar que quisiera llegar a más gente, conservar el interés de quienes ya pasáis por aquí de forma regular, tener la oportunidad de dar a conocer mi trabajo o llegar a montar mi propia tienda, la respuesta se me presenta muy clara.

Quiero disfrutar de esto que he creado. Escribir y dibujar para vosotros, pero también para mí y los míos, no venderme «por un puñado de likes», dibujar dando rienda suelta a lo que me sale de dentro, no obsesionarme con cazar tendencias, con estudiar a «la competencia», con las estadísticas y todos los parámetros de las analíticas.

Y para que no se me olvide, me regalo esta entrada, como testimonio de la existencia de estos temores y la necesidad de relativizar y darle a las cosas su justa importancia. Quiero asomarme por aquí con una sonrisa, porque sólo así seré capaz de que sonriáis conmigo. Así que, amigos, esto es lo que hay. No prometo temas apasionantes, ni siquiera puedo asegurar que siempre vayan a tener sentido. Pero sí prometo ser yo, unas veces más brillante y otras menos, pero sincera, que de eso se trata.

¡Ah! Y a los monstruos del blog, ya los mato yo por mí.

Que paséis un gran día. Yo os espero por aquí el viernes.

PD. No he acabado el post con una pregunta que os anime a dejarme unas palabritas, pero sobra decir que los comentarios son todo vuestros ;)

fin post-

Ya falta menos para el viernes…

un lunes para saltárselo#PlayItLoud!

Toca volver a la rutina después de un fin de semana que se me ha hecho muy corto. Como ya os contaba el viernes, he pasado un par de días en mi pueblo, que ya me tocaba curar un poco mi mamitis. Y lo que pasa cuando estás a gusto es que se enfrentan el efecto de que el tiempo parezca correr más de la cuenta con las pocas ganas de que esto sea así. Lo bueno de todo es que significa que ha sido tiempo bien invertido y que he ganado un buen puñado de momentos para echar al saco de los recuerdos bonitos.

Gastronómicamente hablando, no le he hecho demasiado favor a mi propósito de operación bikini, porque he pecado un poquito, pero lo he compensado con una buena caminata a paso ligero, ya que ayer en Ronda se celebró la Carrera de la mujer. Eso sí, nos pusimos como sopas, pese a llevar paraguas y chubasqueros, porque ha hecho un tiempo de perros y no paraba de llover, así que nada me sorprendería menos que coger un buen resfriado en los próximos días (¡marchando una de vitamina C!).

Pero esta semana, ya, para empezar, duele menos, y es que el viernes es fiesta nacional y podremos disfrutar de un fin de semana bien largo, así que toca hacer planes y mimar un poco a las mamis (no olvidéis que el domingo es su día).

Yo, por lo pronto, me salto el lunes y comienzo la semana en modo martes, que no es que sea lo mejor del mundo, pero ya está más cerca del viernes (nada de «juernes», por favor…). Eso sí, un par de cafés necesitaré de cualquier manera, así que si me disculpáis, yo desde aquí os voy deseando un día estupendo y me acerco a encender la cafetera, que no me pille el toro. Nos vemos el miércoles.

Y vosotros, ¿os saltais también el lunes?

fin post-

Calendario ilustrado – Mayo 2015

calendario ilustrado descargable mayo 2015

#PlayItLoud!

¡Buenos días a todos! ¿Cómo ha ido la semana? Por aquí algo intensa y es por eso que de nuevo me recreo en esas cuatro palabras en forma de frase manida (pero, oh, qué bien sienta cuándo la sientes): ¡Por fin es viernes! Y es que de verdad, ¡por fin lo es! Y ya que hace un par de semanas el mal tiempo truncó mi escapada fugaz al pueblito bueno, esta vez no se me escapa y hoy cojo carretera y manta para irme a disfrutar del fin de semana en compañía de la persona más bonita del mundo: mi madre.

Y ya que hablamos de madres, aprovecho para presentaros al protagonista de la entrada de hoy: el calendario ilustrado para el mes de mayo. Dado que el primer domingo de este mes se celebra el día de la madre, he querido dedicar la ilustración a ellas, las mujeres que no sólo nos dieron nuestra vida al nacer, sino que nos regalaron la suya para siempre.

Si os gusta el dibujo, tenéis la lámina disponible para descargar aquí, para que la uséis cómo queráis, en forma de tarjeta, en un marco o como felicitación electrónica (que sí, que las madres están muy modernas y puestas en eso de las nuevas tecnologías y ya es raro la que no tiene Internet).

Para haceros en el calendario, los pasos de siempre: sólo hay que hacer clic sobre la imagen para acceder a ella en su tamaño real y guardarla en vuestro ordenador. Sería un placer ver el uso que le dais, así que os animo a mandarme o compartir en algunas de vuestras redes sociales la foto de vuestros ordenadores, corchos o neveras con el calendario del mes, que así me regaláis una alegría de las grandes.

Poco más me queda que desearos un fin de semana bien bonito, no os olvidéis de hacer que cuente. Yo, como ya he dicho, lo pasaré en casa de los papis y disfrutaré de paseos, compritas, cañas, tapas (algún que otro vino) y una buena caminata el domingo, que ya tengo camiseta y dorsal y mi señora madre y yo nos vamos a patearnos Ronda en la Carrera de la Mujer. Ya subiré alguna fotito a Instagram, así que si os apetece os invito a acompañarme por allí.

¡Que paséis un gran día!

fin post-

Día Internacional de la Madre Tierra

Día de la Tierra - 22 abril#PlayItLoud!

Hoy, 22 de abril, es el Día de la Tierra (aquí algunos datos acerca de su origen) y por mucho que en los últimos años vengamos celebrando cosas tan «tontainas» como el día del gintonic, el de la croqueta o el de las palomitas (aunque no seré yo quien los critique, que todo lo que sea celebrar bueno es), éste que hoy nos atañe tiene mucho, mucho sentido y nos debería preocupar más de lo que en general lo hace.

Somos unos locos y unos inconscientes, y me incluyo. Porque por más que escuchemos hablar en la tele y otros medios del daño que le estamos haciendo al planeta, por más que lo notemos en ese sol que cada vez quema más o esas estaciones que se vuelven más tarumba y ya no siguen la regla a la hora de manifestarse, llegando a veces demasiado temprano y otras muy tarde a su cita, no queremos darnos cuenta. Pasamos por la vida como si La Tierra tuviese que estar en condiciones tan sólo por el tiempo que nosotros vamos a pasar en ella, sin pensar en todas las generaciones futuras que vendrán y es que el hecho de que no vayamos a estar aquí no nos da ningún derecho a mal usar y abusar de los recursos que la Naturaleza nos ofrece.

Y aunque nos dé por pensar que poco podemos hacer, esto no es para nada cierto, porque un pequeño gesto multiplicado por muchos millones de personas como nosotros suma un mundo y de esta forma estaremos ayudando a nuestro hogar, La Tierra, a sobrevivir, a garantizar la permanencia de las cosas maravillosas de las que aún disfrutamos, pero que no son infinitas.

Reciclar, no abusar del coche (de verdad que no es necesario cogerlo para ir a comprar el pan y, además, una caminata siempre te ayudará con la #operaciónbikini de la que hablábamos), recoger toda la basura que generamos en un simple día de playa o campo (qué nos cuesta…), ser coherentes con el uso del agua, llevar bolsas de la compra reusables (las de plástico son malas y encima te cobran por ellas) o arrechucharse mucho en invierno para no tener que abusar de la calefacción son, entre muchas otras cosas, gestos que no nos suponen un gran esfuerzo y que sin embargo hacen un mundo, casi de forma literal.

Por eso desde este pequeño rinconcito que regento, quiero aportar hoy mi granito de arena en la concienciación que la salud de nuestro planeta se merece. La Tierra nos regala cosas maravillosas que a veces somos incapaces de apreciar y es por eso que deberíamos esforzarnos más por mejorar nuestra relación con ella, porque lo que puede aportarnos es impagable y porque con muy poquito podemos garantizar que todos, los que estamos y los que vendrán, podamos seguir disfrutando de ello.

Cuidemos el planeta, sólo tenemos uno (al menos de momento).

fin post-