Que los flechazos materiales existen es algo que todo sabemos. De hecho, pese a que pueda sonar frío y superficial, son mucho más abundantes que los flechazos entre personas, y el lado bueno es que puedes sufrir mil al día sin la sensación de estar traicionando al anterior. Yo no he calculado mi promedio de flechazos diarios, pero me temo que si lo hago, la cifra sería bastante elevada. Pues bien, el año pasado me encandilé de esta encuadernadora cuando la vi en el blog de Nini, Bonituras de corta y pega, y fue un amor a primera vista de los fuertes, de esos que te hacen decir «la quiero y tiene que ser mía». Poco después tuve la oportunidad de hacerle una visita a su dueña en aquella escapada al DIY Show de la que ya os hablé, y supe que era amor verdadero cuando la tuve en mis manos.
La preciosa encuadernadora Bind it All en rosa pastel se fue directa a la primera posición de mi wish list y fue mía cuando mi fantástico señor Wayne me la regaló en nuestro aniversario (¡hurra!). He tardado bastante en usarla, pero como toda buena cosa que se hace esperar, ha merecido mucho la pena.
Lo primero que hice fue diseñar la imagen de las tapas. En esta ocasión decidí dibujar una frase divertida que me inspirara en mi misión craft, así que me fui de cabeza a por ese «I’m Crafty and I know it», que para mí tiene un significado muy especial.
Hacer los agujeros no es del todo difícil, pero hay que ser bastante cuidadoso y poner en práctica un par de truquitos necesarios para alinearlos, lo cual será fundamental a la hora de completar la encuadernación. Se requiere un poquitín de paciencia y ganas de disfrutar de lo hecho a mano.
Et voilà. Este es el resultado del proceso. Estoy tan contenta y orgullosa que no puedo dejar de mirarla, ni esperar a llenarla de ideas bonitas. ¡Ay, si yo hubiese tenido esto en mi poder en mis años de estudiante! Habría sido la envidia de la clase y me habría ahorrado una buena pasta en la papelería del pueblo.
¿Qué os ha parecido? ¿No es para enamorarse en bucle? Yo, a estas alturas, ya estoy perdida y no puedo más que reconocer que el mundo del craft me ha convertido en una ‘Material Girl’ (#PlayItLoud!), pero es que, cuando además te conviertes en la creadora del objeto, sienta tan bien…
¡Hasta el viernes!