«Here comes the sun (dudududu – o algo parecido)…», cantaban The Beatles. Y bien, no es que podamos decir que aquí llega el sol como si fuese una novedad, porque por estos lares lo tenemos pegando fuerte desde hace ya un buen mesesito. Y es que el señor astro no quiere dejar de apretar y se ha propuesto convertir a julio del 2015 en el mes más caluroso de la historia de la meteorología documentada (true story).
A mí agosto me encanta. Siempre ha sido mi mes favorito y, además, es el de mi cumpleaños, pero creo que como sigamos a este ritmo, antes de que llegue septiembre me convierto en charquito.
Y es este calor sofocante el que viene aderezando un verano un tanto loco. No porque yo ande dándolo todo de chiringuito en chiringuito, ni recorriéndome la costa andaluza al son de ritmos veraniegos. Loco porque se ha empeñado en mover todas las fichas de sitio sin casi dejarnos lugar a ser dueños y señores de nuestra propia partida. Y así hemos ido a parar a la casilla de la mudanza (léase salida) cuando apenas habíamos recorrido un tramo de tablero desde la última vez. Esto igual da para algunos episodios.
Así que antes, y para cargar bien las pilas, me escapo de fin de semana cortijero para reunirme con algunas de mis personas favoritas.
Pese a la sequía de posts (sigo prometiendo volver a la carga), no me salto el del calendario mensual, y os dejo aquí a un sonriente señor Lorenzo. No tenéis más que hacer clic sobre él (para acceder a su tamaño completo) y guardar en vuestro ordenador para después darle el uso que mejor os convenga.
Pasad un fin de semana estupendo y hasta pronto, muy pronto.