Sin ser, ni mucho menos, una experta en esto de la crítica televisiva, o cualquier cosa que se le parezca, diré que de un tiempo a esta parte disfruto mucho de las grandes series de televisión que nos llegan y que hacen que no vea el momento de hacerme un ovillo en el sofá debajo de la manta (sí, el verano casi llama a la puerta, pero aún no me siento preparada para separarme de ella).
Ya hace algún tiempo os hablé de la que para mí ha sido la mejor serie del mundo mundial (Breaking Bad) y hoy os traigo un pedacito de otra que le sigue de cerca, aunque aún está lejos de superarla (en mi ranking personal, ojo). Juego de Tronos, basada en la serie de novelas Canción de Hielo y Fuego, de George R. R. Martin, es de esas series que me va entusiasmando más y más a medida que se suceden las temporadas. De hecho, pese a que ya estaba bastante enganchada, diré que está siendo la cuarta temporada, que es la que emiten actualmente, la que más me está gustando (y hasta aquí puedo leer, que esto es un espacio libre de ‘spoilers’), aunque sólo le quedan tres episodios para que acabe y tendremos que esperar lo más grande para ver la próxima… Esto de llevar las series al día te hace sufrir.
Una de las mejores cosas de Juego de Tronos son sus personajes y especialmente la evolución de los que continúan desde el primer capítulo. Como ya llevaba un tiempo con ganas de dedicarle alguno de mis dibujos a los más carismáticos, no puedo más que empezar con la Madre de los Dragones, Daenerys Targaryen, más conocida como Khaleesi (atención, que en Estados Unidos ya hay quien registra a sus bebés con este nombre…).
Vendrán más, así que si sois fans de la serie podéis ir lanzando sugerencias para que vayamos decidiendo quién será el próximo. Yo, de momento, os dejo con esta belleza rubia y sus tres criaturas, y si aún hay quien aún no se ha enganchado a este fenómeno de masas, os animo a darle una oportunidad, ya nos contaréis después de un par de temporadas ;)
¡Nos leemos el viernes!