Estilo libre

estilo libre

 #PlayItLoud!

Hoy me dejo llevar y os enseño algo distinto a lo que suelo mostraros. Estilo libre, como bien reza el título. Y es que a veces viene bien dar un paso en otra dirección, salir de la zona de confort e improvisar, jugar y, al mismo tiempo, seguir aprendiendo. Es como aquello que os contaba de los bloqueos creativos, en algunas ocasiones la mejor opción es atreverse con lo desconocido y ver qué sale de ello.

Ultimamente me noto más inquieta de la cuenta y siento como mis ganas de aprender aumentan a pasos agigantados, busco imágenes y no me limito a observarlas, las estudio, analizo los detalles e intento interpretarlas a mi manera. Me agobio porque hay tanto y aún me siento muy lejos… Me alegro porque aún me queda un mundo por descubrir y todo está a mi alcance. Es ese gusanillo creativo que se revuelve en tu estómago, ese que te hace tener ideas geniales a las tres de la mañana cuando intentas dormir y te seca el cerebro a las cinco de la tarde cuando lo tienes todo delante y suplicas a las musas que te asistan sin éxito.

Lo que queda por venir, aún es puro misterio, aunque la vida me va dando algunas pistas. Sólo espero que vosotros os quedéis cerca y forméis parte de ello.

¡Feliz fin de semana!

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Bloqueos creativos

Inspiración Warhol#PlayItLoud

A todos nos pasa. A veces nos enfrentamos al papel en blanco y nos quedamos más en blanco que él. Los bloqueos forman parte de nuestro día a día. Van y vienen libremente, sin que nadie los llame, y por más que nos esforcemos en mantenerlos alejados de nosotros, no ejercemos ningún poder sobre ellos. Cuando las musas se van de fiesta, mandan al bloqueo para que les guarde el sitio (saben mucho ellas).

Yo, en estos casos, he experimentado tres posibles reacciones ante el bloqueo mental. La primera, y nada recomendable, consiste en agobiarse, en maldecir y frustrarse. No nos vemos capaces de hacer nada, es el fin, se nos han acabado las ideas. Y ahí nos quedamos, fustigándonos a nosotros mismos, recreándonos en nuestra sequía mental. Error garrafal. Huid de esta primera forma de enfrentarse a un bloqueo, porque lo único que trae consigo es la prolongación del mismo y la pérdida de un tiempo que bien podríamos haber invertido en alguna otra cosa.

La segunda opción es dejar de hacer aquello que estemos intentando llevar a cabo. Atender alguna otra tarea que tengamos en la lista, y si resulta que el bloqueo también quiere participar en esa, desconectar del todo. Apagar el ordenador, soltar el lápiz, la aguja, las tijeras, lo que sea que usas, y hacer algo con lo que disfrutes y que no te suponga ningún esfuerzo. Dar un paseo, ver una película, llamar a un amigo, echarte la siesta. Cualquier cosa que nos reconforte y nos deje con un buen sabor de boca y con las ganas recuperadas para volver a la carga acompañados de las musas.

Y hay una tercera salida, para mí la más interesante de todas, que consiste en dejar de pensar sin dejar de crear al mismo tiempo. A veces tenemos una idea tan metida en la cabeza que no le hacemos caso a otras fugaces, que se nos presentan a modo de paracaídas para salvarnos del desastre. Tendemos a tratarlas como si molestasen y no pudiesen traer consigo nada bueno. ¿Mi consejo? Si te ataca el bloqueo, mantén la mente abierta, y si ésta cambia la flecha de dirección, síguela, piérdete, juega y disfruta. Estoy segura de que muchísimos grandes trabajos han sido fruto de un bloqueo mental creativo.

¡Feliz fin de semana!

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Puzzle DIY con aires románticos

#PlayItLoud!

Creo que nadie que me conozca medianamente bien me definiría como una persona nerviosa. Quiero decir que no soy un culo inquieto de esos que no es capaz de estar tranquilito en un mismo sitio y necesita ir todo el día de aquí para allá. Si un domingo, por ejemplo, el cuerpo me pide no pasarle ninguna orden desde el cerebro que interrumpa su descanso, soy capaz de tirarme tres horas en el sofá sin cambiar mucho de posición (eso sí, para ello deberé estar viendo algo medio decente en la tele o leyendo un libro… O durmiendo).

Otra cosa es lo que se cueza en mi cabeza. Ahí tengo instalada una bomba de relojería que ni el mismísimo MacGyver sería capaz de desactivar.  Esto tiene muchas cosas positivas, pero también negativas, porque nunca para, y no todo lo que procesa me hace bien (lo que daría yo por tener un botón de apagado temporal, cuando lo que tengo sobre mis hombros da vueltas violentamente en modo centrifugadora). Cuando esto pasa, lo mejor es rescatar pensamientos felices y transformar ese exceso de energía mental en creatividad.

Puzzle Craft&Music final

Compré un puzzle en blanco de veinte piezas en Tiger hará un par de meses y desde entonces andaba dándole vueltas para ver qué se me ocurría hacer con él. Que si dibujar directamente sobre el material, que si sacar las tijeras y el pegamento y transformarlo en un puzzle collage. Al final, en uno de esos arrebatos creativos de amor que me dan con cierta frecuencia, me decidí a convertirlo en mensaje romántico . Así que dibujé mi momento cursilón, imprimí la ilustración en papel de pegatina y con un bisturí, y el pulso de un cirujano plástico (he sufrido y he sudado), nos hice piezas para después volvernos a unir (que es la parte importante del invento).

 

Puzzle Craft&Music

Puzzle Craft&Music 2

Puzzle Craft&Music  4

Et voilà. Marchando regalo hecho a mano y con mucho, pero mucho amor. Apto para cumpleaños, aniversarios, San Valentines o simplemente porque sí (déjate de razones y dale más al corazón).

Puzzle

¿No decían por ahí, un catorce del mes pasado, que el amor debería celebrarse a diario? Pues a quererse se ha dicho.

Nos leemos el viernes.

PD. Nada hace más romántica una foto que acompañarla por uno de los preciosos corazones de crochet de Kraftcroch.

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