Puzzle DIY para dos hermanos

puzzle-DIY#PlayItLoud!

Hoy quiero enseñaros el último de los puzzles DIY que he creado (podéis ver los anteriores aquí y aquí). En esta ocasión era un regalo de una mami para sus dos peques, ya que el menor de ellos cumplía años y, con eso de que se acerca la Navidad, quería hacerles un regalo original.

Tiziana no quería decirme cómo debían aparecer los niños en el dibujo, esa decisión me la dejaba a mí, pero sí me contó, entre varias cosas, que a Pietro, el mayor, le encanta el fútbol y a Jose la música y que, además, les gusta mucho montar en bicicleta, y el pequeñín no se separa de su casco celeste, así que a partir de estos datos fui dándole vida a la ilustración.

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Crear este puzzle ha sido muy divertido porque son dos niños adorables y el cariño con el que su madre me hablaba de ellos resultaba contagioso, así que he intentado transmitirlo al dibujo y he cruzado los dedos para que a los peques les gustase tanto como a ella.

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Me cuenta Tiziana hace unos días, mientras celebraban el cumple de Jose, les dio el puzzle a los niños y que a ellos les gustó muchísimo y no tuvieron problema para reconocerse en él, así que ¡misión cumplida!

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Muchas gracias, Tiziana, por confiar en mí para darle vida a este regalo y dejarme conocer un poquitín a tus dos hombrecitos, he disfrutado mucho dibujándolos.

Espero que os haya gustado el puzzle y ya sabéis, la Navidad es más bonita si está hecha a mano con mucho amor del bueno.

¡Que paséis un fin de semana estupendo!

P.D. Aprovecho para recordaros que quedan dos semanitas sólo para el primer encuentro de #Blogersando en el que estáis invitados a participar con vuestras creaciones. El tema es Propósitos para el 2015 y tenéis toda la información acerca de cómo uniros aquí, pero si os surge cualquier duda, no tenéis más que preguntar ;)

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Quien tiene dos hermanos, tiene dos tesoros

Hermanos#PlayItLoud!

Ya os conté, en el post de 50 cosas sobre mí, que tengo dos hermanos. Yo soy la mediana y la única chica (la niña de la casa). Mi hermano mayor me saca un par de años (si buceáis entre los posts del precioso blog fotográfico de mi cuñada Bea, Buscando la luz, podréis hasta ponerle cara) y yo le saco al pequeño algo más de cuatro años y medio, por lo que para mí siempre será mi hermano chico, aunque el enano me saque dos cabezas. Y es que tiene guasa la cosa, mientras yo ando ahí arañando el metro sesenta, que no llego a alcanzar, los dos señores llegan bien holgados al metro ochenta…

Lo cierto es que mis hermanos han sido bastante responsables de que mi infancia haya sido muy feliz. Como casi todos los hermanos nos hemos peleado mucho, cosas de niños, pero sobre todo hemos jugado un montón y, aunque ellos no se han animado nunca a participar en mis culebrones con las Barbies, yo nunca puse demasiadas pegas a lo de jugar a los ‘Click‘ de Playmobil (vale que eran unisex…) y hasta a los G.I. Joe (los yiyou de toda la vida), eso sí, a éstos últimos recuerdo yo que jugaba con una muñequita de cartón bien guapa y hacía que me disfrazaba del Comandante Cobra cuando tenía que luchar (mi hermano pequeño sólo tenía personajes masculinos, así que ese era el único muñeco que me permitía seguir haciendo el papel de chica).

Hemos pasado también rachas tontas, como ese tiempo en que mi hermano mayor y yo, que nos creíamos ya demasiado adultos, nos peleábamos porque ninguno de los dos quería llevarse al peque a la calle cuando mi madre nos lo pedía (pobre mío). O ya en la adolescencia, cuando llegaba a tener broncas de campeonato con el grande por cualquier tontería y hasta nos perseguíamos por la casa (a pesar de ello fuimos siempre de la misma pandilla mientras vivimos en la misma ciudad).

Cosas curiosas, pese a ser yo la única chica, he sido siempre la más protectora de los tres. Mis hermanos no me han dado nunca la lata con eso de los ligues ni los novios, ni a dónde vas ni a qué horas llegas, y sin embargo, yo he sido (y creo que sigo siendo…) un tanto pesada en este aspecto. Pero es de buena fe, todo se debe a que soy una ‘preocupona’ enfermiza y en seguida me inquieto (a veces demasiado).

Y ya somos adultos, cada uno vive en un sitio distinto y tiene una vida propia, no nos vemos tan frecuentemente como quisiera, pero aún así, puedo decir que mis hermanos son mis amigos y que si cualquiera de los tres necesita algo, los otros dos no tardarán más de un segundo en alargar el brazo. Y aunque pasen veinte años más, seguiremos recurriendo a las bromas de hermanos que no se entienden fuera de ese contexto, a las mil anécdotas que nunca se habrán recordado los suficiente. Y todas las cosas que aún nos quedan por compartir. ¡Os quiero torpedos! (nota mental: escribirles un whatsapp para pedirles que pasen hoy por el blog).

Mi ilustración del viernes va por ellos y así me despido hasta el lunes.

Pasad un fin de semana genial.

PD. Hoy me permito un #PlayItLoud! un tanto friki, la ocasión lo merece :)

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