Mariposas en el estómago

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Se acerca San Valentín y esa es una realidad de las que pocos podemos escapar. Y es que no hace falta encender la televisión, basta con pasear por cualquier calle y que uno de cada tres escaparates te lo grite en la cara. Corazones, frases románticas (y en ocasiones demasiado manidas) te cuentan aquello de que el amor se vive mejor si se despierta al monstruo consumista que vive en ti, aunque ello signifique someterse de nuevo a la tortura de regalar sin saber qué, de comprar por comprar y de que se impriman una cantidad ingente de tickets regalo que en pocos días se traducirán en colas de cambios y devoluciones.

Esta es la cara menos romántica de San Valentín. Y por eso es la cara a la que yo prefiero no hacerle caso. Nunca he sido una ‘hater’ de este día, ni cuando estaba soltera. Pese a que soy la primera que piensa que cuando se quiere a alguien se ha de demostrar durante todo el año (vale que hay días rancios en los que no te soportas ni a ti misma, pero aún así), también soy de las que opinan que no tiene nada de malo que exista un día al que le pongamos de nombre los Enamorados. Y es que, ¿qué tiene de malo celebrar algo? Es una excusa tan buena como cualquier otra para salir un poco de la rutina y darte algún capricho.

No es que por aquí estemos planeando ninguna celebración a lo grande, pero nuestro cambio de hogar (léase mudanza) coincide con esta fecha y mira tú por donde a mí se antoja super romántico el asunto (no tanto lo de empaquetar y desempaquetar, claro). Así que mi mayor afán será añadirle un par de bandejas de sushi a la ocasión, que ya hace mucho que no me doy el capricho, y ver alguna buena peli en el salón de nuestra nueva casa.

Y es que este año (y todos los que vengan) no necesito más regalos que conservar este montón de mariposas que me revolotean en el estómago desde hace ya más tiempo del que creí que pudiesen conservarse. Porque no hacen falta regalos materiales para alimentarlas, ellas no requieren más que amor, cariño y mucho respeto. Y que el amor se celebre todos los días, eso sí, pero no hagan caso, que tampoco sufren si el catorce de febrero nos ponemos un poco más ñoños de la cuenta.

Así que aquí mi consejo: Quieran y celebren, que tipos de amor hay muchos.

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II Edición Amiga Invencible (2014)

amiga-invencible-insignia#PlayItLoud!

No podía cerrar mi temporada Navideña (a 14 de enero, sí), sin compartir con vosotros uno de los momentos estrellas de estas fiestas. Como ya hiciéramos el año pasado, a finales de diciembre volví a reunirme con unas personitas maravillosas para celebrar nuestro particular encuentro de la Amiga Invencible (II edición, en este caso). La foto que veis aquí arriba es el pack conmemorativo creado por Nieves para cada una de nosotras.

Cómo empezó la historia podéis leerlo aquí. Lo mejor de todo es, sin duda, haberlo convertido en tradición y ponernos cada vez el listón más alto, porque después de lo que voy a enseñaros hoy, no sé qué podremos hacer para superarnos en la próxima edición. De nuevo, de allí salieron cosas suficientes como para irnos de mercadillo y llenar dos stands, pero era todo para nosotras y sólo para nosotras. Eso sí, como la felicidad se comparte, allá vamos.

Las reglas eran fáciles: algo hecho a mano, algo dulce y algo para crear. Para romper el hielo, empiezo con mis regalos. Este año me tocó regalarle a Marta y aquí van las cosas que preparé.

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El plato fuerte de mi regalo fue esta muñeca de tela. Nunca había hecho una, así que conté con la siempre maravillosa ayuda de mi madre, que aún en esto del costureo me da un millón de vueltas. Os enseño un poco el proceso para darle vida. Desde crear un patrón totalmente improvisado a ir dándole forma, rellenándola de guata, vistiéndola, peinándola y pintándola. Todo esto sin tener ningún plan ni boceto, pero es lo que tiene hacer las cosas con altas dosis de cariño. Creo que nos quedó una muñeca preciosa y es como si, en cierto modo, una de mis ilustraciones hubiese saltado del papel al 3D.

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El primer regalo, cuya primera misión consistió en hacer de packaging para el resto de los regalos, fue esta tote bag hecha a mano (y a máquina) con una ilustración creada expresamente para celebrar este encuentro (para ello usé papel transfer, mucho más fácil que aquella técnica que os enseñé del gel medium).

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Aquí os dejo un collage con el resto de los regalos: la muñeca, cuyas únicas instrucciones son las de ser tratada con mucho amor. La caja mágica de las chuches, con mensajes bonitos y deseos de cosas buenas para el 2015. Una taza de desayuno con la ilustración de Audrey Hepburn, de quien Marta es muy fan. Y para crear un par de ovillos de lana y aguja a juego (materiales a los que ya les ha dado vida en forma de boina preciosa, y es que nuestra Martuki es toda una artista).

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Aquí arriba podéis ver todos los regalos juntos y fotografiados por Marta.

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Y seguimos con los regalos que Marta preparó para Marisa, inspirándose en Amelie, película favorita de esta última y que sin duda se llevó el premio al regalo más emotivo y es que, entre otras cosas, Marta se curró hasta un encuentro secreto con la familia de Marisa para rescatar algunos tesoros de su infancia. Hubo risas y hasta alguna lágrima, aunque eso sí, de felicidad.

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Marta convirtió en realidad algunos de los momentos más especiales de la película: los gnomos, los tesoros de niños, los pequeños placeres…

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Incluido un álbum de fotos de los que rescatan recuerdos de muchos años, pero aún así imborrables.

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Es el turno de Nieves, que recibió regalos de Marisa. Una vez más el cine estuvo muy presente y dado que Nini es fiel fan de las películas de Wes Anderson, sus regalos estuvieron muy vinculados a dos de sus obras: Moonrise Kingdom y El gran hotel Budapest.

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Marisa rindió además homenaje a otros grandes artesanos con empresas bonitas y así sus regalos incluyeron un pack de productos de nuestra paisana Pedrita Parker y un pañuelo de Moonrise Kingdom estampado por Pablo Salvaje. Además de «articulos de colección» de El Gran Hotel Budapest creados por ella misma (y por su súper-padre Pepe, nuestro pastelero favorito).

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Amantes del mundo Wes Anderson, ¿es o no esto de aquí arriba una obra de arte? Pregúntenle a Nieves, que quizás les diga aquello de «se mira pero no se toca».

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Y al fin, mi turno. Yo tuve la suerte de recibir mis regalos de Nieves, que en eso de crear bonituras tiene poca competencia. Para iniciar el juego me puso el reto de resolver una sopa de letras como requisito para poder abrir mis regalos (afortunadamente se apiadó de mí y me dejó hacerme con mi premio después de un par de palabras).

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Mis tesoros incluían mini-magdalenas de chocolate en una lata bien bonita, toppings para galletas y cupcakes varios y mucho, muuuucho material para crear. Y los regalos estrella: una de sus preciosas ilustraciones de moños con flor en cartulina y una maravillosísima mochila hecha a mano (con ayuda de Lapaki, el arte está en la familia) y que he prometido no quitarme a no ser que tenga que vestir de etiqueta.

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¿No es preciosa? Yo estoy totalmente enamorada y presumo de súper bolso allá por donde voy. Además, está perfectamente elaborada para poder usarse como bolso panera o mochila. ¡Gracias, Nieves!

Y esto es todo por hoy, que no es poco. Las mentes se ponen en marcha para la próxima edición de la que os volveré a dar buena cuenta cuando llegue el momento. Sólo me queda mandarle un beso enorme a mis tres princesas (Marta, Marisa y Nieves, ¡sois re-bonitas!) y desearos a todos vosotros que paséis un día estupendo.

¡Nos leemos el viernes!

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Retratos de familia

retrato-familia-marco#PlayItLoud!

¡Buenos días! ¿Qué tal ha ido el fin de semana? Espero que genial y que haya servido, sobre todo, para apartar la pelusilla post-navideña que a muchos aún podía acompañarnos. Aunque el consumismo no pone el modo pausa de momento y por mucha cuesta de enero que estemos atravesando, las rebajas se nos cuelan en forma de anuncios, cartelería y calles plagaditas de gente con mil bolsas.

Yo agradezco ser cada vez menos ansiosa en este sentido, y es que las rebajas y aglomeraciones me dan una pereza terrible. Por eso prefiero dedicar mis esfuerzos a la vida tranquila (eso que ahora llaman slow-life) y poner mis energías en seguir creando cosas bonitas (de esas que provocan sonrisas más plenas que tener en mis manos un jersey rebajado al cincuenta por ciento).

Hoy os muestro uno de los últimos encargos que he tenido la suerte de realizar. Un regalo de Reyes para una madre y abuela muy, pero que muy especial, de parte de su familia, en el que buscábamos plasmar el cariño y la complicidad que existe entre ellos a través de una escena cotidiana de esas que vivimos casi cada semana.

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Cada vez me hace más feliz ser cómplice de estos regalos distintos, que contienen mucho más cariño y significado que muchas de las cosas inútiles que podamos encontrar en cualquier tienda, corriendo a lo loco en busca de esos regalos de última hora.

Es precioso poder colarte fugazmente en la vida de personas bonitas que buscan tu ayuda para poder expresar algo muy especial, por eso quiero agradecerle a Julia haber contado conmigo para darle vida a esta lámina y desearle un millón de cosas buenas para ella y su preciosa familia en este 2015.

Y a vosotros desearos un feliz comienzo de semana, que la afrontéis con fuerza y no os volváis muy locos con las rebajas. Y si queréis hacer regalos diferentes, no tenéis más que enviarme un email, que yo me pongo manos a la obra bien pronto.

¡Ah! Y recordaros que hoy, a eso de las 10.00, anunciamos al primer blog ganador del primer encuentro de Blogersando, no vale perdérselo.

¡Que paséis un gran día!

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Regalos de bienvenida al mundo

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¡Hola a todos! Hoy volvemos a la normalidad seguramente con algo de resaca después de tanta Navidad y tanta locura de días festivos. Espero que hayáis pasado unas semanas estupendas y que los Reyes se hayan asomado a vuestros hogares para dejaros, al menos, un detallito, pero, sobre todo, un buen puñado de amor del bueno.

Yo hoy me asomo por aquí para enseñaros un nuevo encargo de láminas para bebés que he tenido el placer de crear. En este caso la felicidad vino multiplicada por dos y tocaba darle la bienvenida a dos preciosas pequeñas, Lola y Caye, que sin duda se han convertido en las princesas de su casa. Y qué mejor regalo para mí que tener la oportunidad de ilustrar algo tan bonito como su llegada al mundo.

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Aquí de nuevo he jugado con la simplicidad para otorgarles total protagonismo a la madre y a sus pequeñas, buscando la armonía entre los colores de la guirnalda y las letras y los de la ilustración. ¿Qué mejor detalle para decorar la habitación de estas dos princesas que un retrato personalizado que sirva para recordar un momento tan especial?

Y aunque hayan pasado las Navidades, el babyboom continúa en alza, por lo que si os interesa regalar algo original y hecho a mano, sólo tenéis que escribirme y contarme vuestra idea.

Yo me despido por hoy, que las fiestas me han dejado un poco trastocada y aún ando a ciegas sin saber en qué día de la semana vivo. Miro el calendario y veo que me toca recordaros que por aquí os espero el viernes, a ver si para entonces se nos ha calmado un poco el subidón de tanto turrón.

¡Que paséis un gran día!

P.D. Quiero agradeceros la gran acogida y participación que tuvimos el lunes con el primer encuentro de Blogersando. Recordad que mañana tenemos entrada en el blog de la iniciativa para dar a conocer a los finalistas y además os contaremos el tema para el próximo mes. ¡Os esperamos!

Queridos Reyes Magos

Reyes Magos

#PlayItLoud!

Antes de todo, ¡Feliz Año Nuevo! Ya estoy de vuelta después de unas mini-vacaciones improvisadas, que no tenía demasiado planeadas, pero que necesitaba como agua de mayo. Necesitaba tiempo para mí, para mi familia, para escapar de las presiones, para remolonear en la cama hasta más de las diez, para dormir la siesta en el sofá y ver pelis tontas navideñas.

Con las Navidades llegando a su fin, aún nos queda quemar el último cartucho y escribir la carta a los Reyes Magos y, tal y como prometí en su momento, hoy vengo a compartir la mía. Como cuando era pequeña, empezaré la carta diciendo que este año he sido una niña muy buena, tanto que al 2015 no le pediré cosas materiales, porque no son éstas las que me regalan las mejores sonrisas, ni los momentos más valiosos. Por eso aquí os dejo mis cinco deseos para este nuevo año.

1) Familia y amigos. Quiero disfrutar más de ellos, seguir practicando mis escapadas al pueblo, los paseos con mi madre por la Calle de la Bola, por el zoco, nuestros kilómetros al estilo «señoras que salen a andar». Quiero ver más a mis hermanos, aunque vivamos en ciudades distintas, visitarles y planear escapadas de fin de semana. Quiero quedar con mis amigos, planear meriendas creativas, salir de cañas y tapas un domingo soleado, acordarme más de coger el teléfono para hablar con aquellos que están lejos. Quiero vivir cada minuto con mi señor Wayne y seguir enamorándome cada día un poquito más de él.

2) Proyectos y sueños por cumplir. Este año 2015 quiero darle forma a algunos de los proyectos que a lo largo del año pasado se fueron gestando en mi cabeza y que espero puedan ver la luz antes de que nos veamos en éstas de nuevo dentro de doce meses. Como soy un poco supersticiosa, aún no os voy a desvelar de que tratan, pero prometo dar lo mejor de mí para poder compartirlo con vosotros muy pronto. Quiero conservar las ganas de seguir cumpliendo sueños, ya sean grandes o pequeños, dar los pasos necesarios para tratar de hacerlos realidad, no quedarme con las ganas.

3) Viajar. Quiero viajar, planear escapadas románticas, familiares y con amigos. Descubrir nuevos rincones, ya estén a veinte kilómetros de distancia o a tres mil. Re-visitar lugares para reencontrarme con amigos a los que hace tiempo que no veo, para conocer a nuevas incorporaciones a la plantilla de sus vidas. Y también quiero hacer muchas fotos por el camino, no sólo a los paisajes y pequeños detalles materiales, sino a mí misma. Después de cerrar este 2014 me he dado cuenta de que me he hecho muy pocas fotos este año y esto es algo que quiero cambiar.

4) Paz, calma y felicidad. Quiero tomarme las cosas con más calma, no adelantar mis pensamientos a los acontecimientos, no agobiarme por cosas que tienen solución si respiro dos veces y me pongo a ello. Quiero saber desconectar, apagar el ordenador todo un fin de semana, relajarme y pensar más en positivo, cultivar ratitos de felicidad y atesorarlos, para poder rescatarlos siempre que lo necesite.

5) Seguir aprendiendo. Quiero hacer cursos, proponerme retos y aprender cosas nuevas. Dibujar con acuarela, usar mi cámara de fotos en modo manual, aprender a editar imágenes en el ordenador, conocer un poquitín más el complejo mundo del SEO, desempolvar mi máquina de coser y ser capaz de fabricarme algún modelito para mi fondo de armario.

Y vosotros, ¿habéis escrito ya vuestra carta a los Reyes Magos? ¿Qué regalos o deseos les habéis pedido? Como ya os dije en su momento, será un placer que los compartamos, ya sea en forma de post o aquí abajo en los comentarios, que son todo vuestros.

Yo me despido hasta el lunes, cuando retomaré la actividad habitual del blog con la nueva entrada de Blogersando, «Propósitos para el 2015», será un placer que participéis con nosotros y poder ver vuestras propuestas en este primer encuentro, os aseguro que lo vamos a pasar genial.

Que paseis un gran fin de semana.

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Freebies: etiquetas amigos invisibles

clásicos-navideños-amigo-invisible#PlayItLoud!

¡Vuelve la Navidad al blog! Y hoy os traigo la cuarta entrega de descargables festivos (al final de la entrada os hago recuento para que no tengáis que ir buscando de post en post en caso de que os apetezca hacer buen uso de ellos, ¡bien feliz que me haréis!).

En esta ocasión la temática está relacionada con uno de los grandes clásicos navideños: el Amigo Invisible. Y es que, sin duda, esta práctica es cada vez más frecuente en fechas como éstas. Entre compañeros de trabajo, familiares, amigos de los de siempre e incluso virtuales. Y dado que el packaging está cada vez más de moda, he diseñado unas etiquetas bien simpáticas para acompañar a ese regalo especial y secreto y que vuestro detallito sea todo un éxito (¡o que al menos resulte más aparente!)

etiquetas-amigo-invisible-chico-chica

Por una parte tenemos las etiquetas los amigos invisibles propiamente dichos, camuflados bajo sus antifaces mágicos, que consiguen ocultar la identidad de los «sujetos regaladores». Podéis elegir entre el chico y la chica, que sé que algunos hombrecitos os asomáis por aquí, aunque no seáis muy dados a comentar (animaos, chicos, que es gratis).

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Y también os dejo éstas de aquí arriba, que pueden usarse para el amigo invisible o para cualquier otro presente navideño que tengáis pensado hacer estas fiestas. Para los más fiesteros o musicales la botella de anís, la caja de regalo para los más clásicos y el reno feliz para los más guasones (qué me habrá dado este año a mí con los renos…).

¿Que cómo podéis descargarlas? Pues es tan fácil como hacer click aquí y guardarlas en vuestro ordenador para imprimirlas tantas veces como queráis. Os dejo, además, los links a las entradas en las que podéis encontrar los freebies navideños que he publicado hasta la fecha:

Espero que las disfrutéis y si las usáis, como ya os he dicho alguna vez, me encantará que me enseñéis alguna fotito. También ofrezco amor eterno a cambio de que compartáis en vuestras redes sociales, para que llegue a cuanta más gente mejor, y si ya me dejáis un comentario, la jugada será completa (va, que tampoco pido tanto).

Y hasta aquí por hoy. Nos vemos el viernes con más y mejor.

¡Que paséis un gran día!

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Navidad imprimible: Carta a los Reyes Magos

carta-reyes-magos-imprimible#PlayItLoud!

Ya os avisé la semana pasada cuando os traje la postal navideña de Rudolph, me ha picado el gusanillo de los freebies y no puedo parar de crear. Debe ser el espíritu de Blogersando, que con sus recuerdos y presentes me ha contagiado las ganas de que esta Navidad sea muy hecha a mano. Así que hoy os regalo el tercer imprimible de estas fiestas, que no es otro que la Carta a los Reyes Magos, para que la vayáis preparando con tiempo y no os pille el toro (¿o sería el camello en este caso? Mejor dejémoslo, que esto último suena regular…). Está diseñada en tamaño A4 y podéis descargarla desde aquí.

Dejadme que os diga que esta carta no es sólo para niños pequeños, también sirve para niños grandes, que es lo que todos deberíamos seguir siendo (aunque algunos no hayamos alcanzado mucho en estatura). Y es que no nos vendría mal del todo escribir nuestros deseos en un trozo de papel, convertirlos en palabras para que así podamos dotarlos de significado. Porque a veces nos falta ese puntito de valor para decir en voz alta qué es lo que queremos y nos resignamos a pensar que las cosas son como son, sin concedernos si quiera la oportunidad de dar el primer paso. No tienen que ser grandes cosas, o sí, por qué no, pero seguro que hay algo que apetece hacer y mucho: el curso de cocina con el que sueñas, esa reunión con amigas que has pospuesto demasiado, una escapada romántica, montar tu propia empresa o poner tu granito de arena para conseguir que el mundo sea un lugar mejor, incluso cambiar el rumbo político (qué cosas…). Por pedir que no sea, que los reyes son magos ;)

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Así que este año os propongo escribir la carta a los Reyes Magos, y no sólo para guardarla en un cajón, sino para compartirla. ¿Y cómo quiero yo que hagamos esto? Pues si tenéis blog, publicándola en una entrada y si no tenéis, pero os gusta la idea, podéis compartirla en alguna red social o incluso enviármela por email. Yo lo dejo ahí y si os animáis, os invito a que compartamos nuestra carta a los magos de Oriente el viernes 3 de enero, que será cuando yo la publique (para que así ellos tengan un fin de semana para organizarse y buscar nuestros regalos :P). Puede ser divertida, realista, soñadora o profunda, con fotos o sólo con texto, puede ser cómo queráis que sea (o puede no ser, que esto es solo una invitación que se me ha ocurrido haceros bajo los efectos del subidón navideño, que hace estragos en mí), pero si os unís, será un placer que me lo hagáis saber, para así no perderme ninguna de vuestras cartas.

Y nada más por hoy. Espero que os haya gustado el freebie y si tenéis peques por casa, será un placer que lo imprimáis para que ellos lo usen (y si ya me enseñáis alguna fotito, ni os cuento).

Que paseis un día genial y nos vemos por aquí el viernes.

 

*EDITADO*

Me ha dicho un pajarito que algunos sois mas de Papá Noel que de Reyes (o de los dos, la clave está en repartir), así que me he puesto en contacto con el bonachón de Santa y me ha dado permiso para distribuir su carta. Eso sí, dice que os deis prisas que el trineo arranca en dos semanas y ya van mal de tiempo ;) Podéis descargaros la carta a Papá Noel aquí.

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Ahora sí, ¡hasta el viernes!

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Más Navidad: postal imprimible

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Esta semana me ha invadido el espíritu bueno de la Navidad y me han dado unas ganas tremendas de compartir y de contagiar este afán que tengo por celebrar unas navidades hechas a mano con mucho amor. Por eso, además de las etiquetas descargables que os dejé el lunes en el post de #Blogersando, hoy os traigo esta postal imprimible que podéis usar para felicitar las fiestas a esos amigos o familiares que viven lejos o bien para acompañar cualquier regalo bonito de amigo invisible, hermanos o primos.

Se trata del bueno de Rudolph, a quien este año he decidido enfundar en un jersey navideño, al más puro estilo Bridget Jones, para que desee felices fiestas calentito desde casa, aunque la noche del 24 no tenga más remedio que engancharse al trineo y repartir regalos por doquier. La postal tiene un tamaño de unos 10×15 cm y podéis descargarla de un solo click aquí.

Tengo más ideas rondándome la cabeza, así que quizás aparezca con otra entrega de freebies navideños que puedan serviros para estas fiestas, pero mejor no adelanto ni prometo nada y sólo os propongo que permanezcáis atentos por si se cuelan de sorpresa…

Y esto es todo por hoy, espero que os guste el detallito. Si os la descargáis, estaré encantada de saber qué uso pensáis darle y sería un placer de los grandes que compartierais conmigo algunas fotos bonitas, que eso siempre se agradece (¡igual con las etiquetas!).

¡Que paséis un fin de semana estupendo, yo os espero por aquí el lunes!

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Láminas para bebés

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El nacimiento de un bebé siempre es una cosa preciosa y más cuando ese bebé te toca de cerca y es el hijo de tu mejor amigo, tu sobrino, tu hermano o tu primo pequeño. Siempre queremos acercarnos a él, que nos dejen cogerlo, achucharlo con mucho cuidadito y decirle tonterías que jamás se nos ocurriría decirle a nadie más en el mundo (cuesta más asimilar que una vez nos la dijeron a nosotros…). Es lo que tienen los niños, que son capaces de despertar el lado más tierno del más gruñón de los ogros.

El problema llega cuando toca regalar algo por el nacimiento de un niño (o al menos a mí me pasa, ya os conté alguna vez que soy un desastre para los regalos convencionales). ¿Qué le compras? ¿Ropa? Vale que la ropa para bebés es la cosa más adorable del planeta y que entrar a cualquier tienda infantil supone babear sin límite, pero al final acabas escuchando eso de que a los recientes padres no les da tiempo a que sus retoños estrenen más de la mitad, porque tienen tanta que se les queda pequeña antes de que puedan usarla (menos a la hija de una de mis mejores amigas, a quien le regalé una falda de tul rosa para bebés que debía venir mal tallada, porque aún con cuatro años se la sigue poniendo y le encanta ;P).

¿Pañales? Esto nunca viene mal y tienes la seguridad de que usarlos los van a usar, por lo que añadir pañales al lote nunca es una mala opción.

¿Juguetes? Yo cada vez encuentro esta opción más arriesgada, a no ser que sepas qué tipo de juguetes quieren los padres para sus hijos, y lo entiendo, ojo, que antiguamente estaba muy bien que a las niñas nos regalaran la típica muñeca rosa y a los niños el coche de carreras, pero los tiempos cambian y los estereotipos, afortunadamente, también.

Yo, como cabría esperar, me decanto por lo hecho a mano. Porque hay mil y un regalo que puedes crear tú o adquirir de artesanos que le ponen casi, casi el mismo cariño y que se convierten así en regalos únicos y exclusivos, tan personalizables como tú quieras y que sin duda marcaran una diferencia a la hora de arrancar el papel de regalo.

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Por eso hoy quiero enseñaros un encargo personalizado para celebrar el nacimiento de una bebé preciosa llamada Marta. Esta ilustración de madre e hija, perfecta para decorar la pared de la habitación de la pequeña o cualquier rincón al que se le quiera dar vida. En este caso, me dieron total libertad para crear y elegir detalles, así que para darle un toque bien dulce y romántico, decidí enmarcarlas dentro de una guirnalda de flores y darles total protagonismo a ellas, sin más detalles que distraigan la atención.

Espero que os guste y si os pica el gusanillo de haceros con una, sólo tenéis que enviarme un email y yo os cuento cómo.

Ahora sí, mañana es jueves y el blog descansa, que está siendo ésta una semana muy intensa. Así que como de costumbre os espero por aquí el viernes con el último calendario descargable del año. ¡Agarraos que llega diciembre! Y hablando de calendarios, no olvidéis que el más bonito del 2015 ya está a la venta, tienes toda, todita la info aquí.

¡Que paséis un día estupendo!

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Ya huele a Navidad

bola de nieve#PlayItLoud!

La Navidad ya empieza a respirarse y hay que estar muy resfriado para no olerla. La tenemos en casa, si encendemos la tele y saltan a publicidad. La tenemos en la calle, al pasar por delante de casi cualquier escaparate que, ya vestido para la ocasión, te recuerda que es hora de que empieces a planear tus compras (no vaya a ser que te pille el toro). La tenemos en el supermercado nada más entrar, en forma de montañas de artículos varios, desde adornos navideños, hojaldrinas, mantecados y bolitas de coco, hasta unos «neceseres Navideños» que me he llegado a encontrar yo en el que tengo junto a casa (‘juraito’). La tenemos en las luces que ya cuelgan de las fachadas, aunque aún no luzcan encendidas.

También forma ya parte de la tradición el decir o escuchar aquello de «la Navidad cada año empieza antes». Basta con ver los decimos del Gordo a la venta desde el verano, aunque a mí siempre me pille el toro y acabe a la desesperada buscando un numerito dos días antes. Las compras locas de cosas que puedan congelarse, que de aquí a un mes todo se vende a precio de riñón. El repartirse los festivos, Nochebuena en mi casa, Nochevieja en la tuya ¿o al revés?. El quebrarse la cabeza pensando regalos cuando ya no se sabe que más regalar (vayan a lo hecho a mano, amigos).

A mí me gusta mucho la Navidad, pero reconozco que a veces con las prisas y el estrés uno se olvida de su verdadero significado. Es muy fácil dejarse arrastrar por la marea consumista, que te lleva a cruzar la línea incluso en época de vacas flacas. Y debería ser justo al revés, la Navidad es para vivirla despacito, porque al final de lo que se trata es de disfrutar de quienes te quieren y tienes cerca, ya sean muchos o pocos (y aunque esa cercanía no siempre sea equivalente en número de kilómetros). Siendo consciente de que el mejor de los regalos no tiene precio en euros, sino en cariño y ratos compartidos, en sonrisas y palabras amables, porque a veces se nos olvida decirlas, porque la vida nos lleva a remolque y con la lengua fuera y porque toca echar el freno y bajarse un rato a saborear lo que se tiene y que tan poco se valora.

Ya huele a Navidad y yo tengo ganas de que haga frío, de subir a mi pueblo y salir a pasear hasta que la nariz se me quede roja como un pimiento, de escuchar villancicos de los de hace años mil, de poner la mesa con el mantel bueno para descubrir que tiene una mancha que el año pasado no estaba ahí, de sacar las copas de champán, de jugar a los amigos invisibles y ver películas chorras de esas que a veces te regalan las mejores de las siestas.

Muchas ganas de todo eso y más. Y a vosotros, ¿qué os sugiere la Navidad?

¡Feliz miércoles!

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