Hoy me dejo llevar y os enseño algo distinto a lo que suelo mostraros. Estilo libre, como bien reza el título. Y es que a veces viene bien dar un paso en otra dirección, salir de la zona de confort e improvisar, jugar y, al mismo tiempo, seguir aprendiendo. Es como aquello que os contaba de los bloqueos creativos, en algunas ocasiones la mejor opción es atreverse con lo desconocido y ver qué sale de ello.
Ultimamente me noto más inquieta de la cuenta y siento como mis ganas de aprender aumentan a pasos agigantados, busco imágenes y no me limito a observarlas, las estudio, analizo los detalles e intento interpretarlas a mi manera. Me agobio porque hay tanto y aún me siento muy lejos… Me alegro porque aún me queda un mundo por descubrir y todo está a mi alcance. Es ese gusanillo creativo que se revuelve en tu estómago, ese que te hace tener ideas geniales a las tres de la mañana cuando intentas dormir y te seca el cerebro a las cinco de la tarde cuando lo tienes todo delante y suplicas a las musas que te asistan sin éxito.
Lo que queda por venir, aún es puro misterio, aunque la vida me va dando algunas pistas. Sólo espero que vosotros os quedéis cerca y forméis parte de ello.
¡Feliz fin de semana!