No hay prisa

Conejo-blanco-alicia#PlayItLoud!

Así me siento yo últimamente, cual conejo blanco de Alicia en el País de las Maravillas. Siempre corriendo, siempre pendiente del reloj y siempre murmurando aquello de «voy tarde, voy tarde», aunque los sprint que pongo en práctica evitan que esto último pase la mayor parte del tiempo. Del coche al tren, del tren a clase, reuniones, nuevos proyectos y muchas ganas de hacer mucho.

Hoy, aunque me asome por aquí algo más tarde de la cuenta, no me lo voy a reprochar por eso de que es viernes, y los viernes todo vale. No es que a mí se me presente un fin de semana de los de plantar el culo en el sofá y hacerme un ovillo debajo de la manta (que con el frío que hace suena como el mejor de los planes, que por aquí hemos amanecido a cero grados y eso en Málaga no es muy normal), por aquello que ya os dije de que a nosotros nos toca mudanza.

Así que llegará el lunes y estaremos, probablemente, más cansados que el viernes, pero en estas rachas de cambios y de no parar, lo mejor es no perder la sonrisa y multiplicar las dosis de ilusión, que así es como las cosas salen bien (sin perder mucho de vista el teléfono del fisio, al que pienso llamar en cuanto desempaquete la última caja). De todos es sabido lo mal compañeros que son la prisa y el estrés, esos que cuando se juntan saben sacar lo peor de ti y convertirte en la peor combinación de Doctor Jekyll y Mister Hyde (aunque no prometo que no se me vaya a escapar algún que otro improperio en el proceso).

Voy a echarle valor y ganas al fin de semana, poner la música muy alta y cantar cual posesa (que así se me escuchará menos) mientras empaqueto trastos con orden, precisión y un rotulador permanente en la mano (repitan conmigo: etiquetaje).

Sin más por hoy, que voy tarde… Nos leemos el lunes.

P.D. Para fines de semanas musicales os dejo en el #PlayItLoud un nuevo descubrimiento que hice: George Ezra. ¡Engancha! Gracias, Lu ;)

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Calendario Abril Craft&Music

Calendario abril craft&music#PlayItLoud!

Se acerca abril. El mes loco. Ese en el que una nunca sabe bien cómo salir de casa. Si me llevo la chaqueta, acabaré cargando con ella. Si no me la llevo, seguro que me congelo. Abril aguas mil, dicen. Y no es del todo falso, porque en abril siempre cae algún chaparrón, sobre todo cuando se acerca la Semana Santa (de verdad que pienso que si les diese por cambiarla de fecha y se celebrase en pleno julio, también llovería). Como no quiero ser agorera, no vaya a ser que al final la culpa sea mía, espero que este año no caiga ni gota y  que todos, tanto los apasionados de estas fiestas, como los que sólo quieren disfrutar de esos días libres, podamos salir cual caracoles a la calle en busca del sol (que, total, ya ha llovido bastante este invierno).

Como viene siendo tradición a final de cada mes, y aprovechando que es viernes de ilustración, os presento a Miss Abril, lista para ser descargada y convertirse en dueña y señora de vuestros fondos de escritorio y tabletas. O bien impresa y colgada en un corcho con chincheta, en la pared con un poquitín de whasi tape o en la nevera con imanes. Lleváosla donde queráis, regaladla, compartidla, es toda vuestra. Cuanto más hogares visite, más felices seremos ella y yo.

Para no perder la costumbre, y por si acaso hay quien no se lleve muy bien con los ordenadores, yo os recuerdo los pasos a seguir para descargar el calendario, que nunca vienen mal:

  1. Haced clic en la imagen para verla en su tamaño original.
  2. De nuevo clic, ahora con el botón derecho de vuestro ratón.
  3. Seleccionad Establecer como fondo de escritorio.
  4. Presumid de fondo de pantalla resultón y bien alegre.

Y dado que una hace estas cosas con todo el cariño del mundo, esperando que os guste y le deis buen uso, pues yo os invito a contarme qué os parece, si es vuestra primera vez (en ese caso os invito a conocer a Miss Febrero y Miss Marzo), si os gusta el look, cómo vestiríais a Miss Mayo. ¡Lo que se os ocurra! El único requisito, eso sí, es ser constructivos. Que no os de miedo comentar. Pensad que, al final, vuestros comentarios son la única forma que tengo de saber qué pensáis de todo esto que voy creando y contando. Y que sólo así me ayudaréis a seguir aprendiendo y creciendo en este mundo 2.0, en el que el principal reto es haceros pasar un buen rato.

Dicho esto, ¡que tengáis un fin de semana fantástico!

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¡Hola, Primavera!

Hola Primavera#PlayItLoud!

Hoy comienza la primavera (no sé si los encargados de decidir el día oficial dicen lo mismo, que recuerdo que el año pasado empezó el 20 de marzo, pero a mí desde pequeñita me han enseñado que los cambios de estación tienen lugar en día 21, así que hoy se queda) y este año me he sumado a la iniciativa de Enviroments Dreamers, que por segundo año consecutivo nos invita a darle la bienvenida por todo lo alto organizando una fiesta de posts dedicados a la estación de las flores.flor del almendro

Esto, amigos, es el #SpringMeeting.

Como fotografiar flores, árboles y verde no es mi especialidad (por muy bonitas que queden en mi cabeza, el objetivo de la cámara parece no captar lo mismo que yo… ¡maldito!), he decidido regalaros una primavera ilustrada. No dibujo flores con mucha frecuencia, pero nunca está de más plantearse nuevos retos. Y además, ¿para qué sirve un blog si no es para seguir creciendo y mejorando? Aquí los únicos que pueden sentarse cómodamente y observar, sois vosotros. Yo mientras sigo currando para que no dejéis de hacerlo.

ventana gitanillas Mi estación favorita del año es el verano, pero también es cierto que por estas tierras del Sur, cuando la primavera dice aquello de ¡aquí estoy yo!, bien puede darse por inaugurada la temporada estival. Aunque con lo loco que anda últimamente el tiempo, mejor no guardar aún el paraguas (que todavía tiene que llegar la Semana Santa y ésta, caiga en las fechas que caiga, siempre nos deja algún chaparrón).

Sin embargo, vuelvan o no las antipáticas borrascas, ya es un hecho que la primavera ha llegado. La olemos en el aire, la vemos en la luz, en los días que se alargan, en los árboles que de pronto florecen para poner guapas a las calles, así como por arte de magia. En las ventanas de rejas, que se llenan de geranios y gitanillas, convirtiendo una fachada blanca en el mejor de los cuadros. El arte se mueve a la calle, y lo mejor de todo es que es gratis.

Toca salir, pasear, tomar cañas en una terraza, olvidar los abrigos en casa, darle una patada a las botas y subirnos encima de unas cuñas de colores. Esconder las medias en el fondo del cajón, enseñar las piernas, llevar vestidos, llenar nuestra ropa de flores. Vivir. Reír. Ser felices.

Primavera

¡Sonríe, es Primavera! ¡Y también viernes!

¡Feliz fin de semana!

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Verano, ven ya…

Ganas de verano_

#PlayItLoud!

Soy más de verano que de invierno. Lo reconozco. Y mira que cuando se acerca noviembre, y por aquí abajo seguimos en manga corta y sandalias, despotrico y le pido al universo que nos mande un poquito de frío para poder colocarme el abrigo, los pañuelos (mi prenda estrella, no me verás sin uno, a no ser que haga cuarenta grados a la sombra), el gorro, las botas… Pero es como esa ilusión infantil que sentíamos con la vuelta al cole: efímera. La felicidad que daba estrenar libretas, estuches y pilots de mil colores (y qué manía se le cogía a quien más tenía). Y el ansia por que te mandaran deberes. Los primeros días volvías a casa feliz de la vida, te esforzabas por plasmar tu mejor caligrafía y hasta subrayabas los títulos en distintos colores. Un par de semanas después, llegabas a clase con la libreta emborronada suplicándole a tu amiga la aplicada que te dejase copiar las tareas.

Pues igual con el frío. A mí con un par de meses me sobra (y ya es mucho). Y ahora que los primeros signos de la primavera empiezan a asomar y las ganas de verano se multiplican por mil millones, una sale a la calle y se da cuenta de que lo que tenemos de momento no es la estación de las flores, con su temperatura agradable, que permite dejar la chaqueta en casa, sino el tiempo de los locos. Ese en el que te pongas lo que te pongas, nunca aciertas. Si hace sol y sales con menos ropa, te acabas pelando de frío. Si llueve y sacas el chubasquero y las botas de agua, una hora después parece agosto.

Sólo espero que este año el verano no tarde tantísimo en llegar como el año pasado, que a 21 de junio parecía otoño (y no estoy exagerando, si hacéis un poco de memoria seguro que lo recordáis). Así que yo, a modo danza del sol, quiero compartir con vosotros algunos pensamientos felices que se me vienen a la cabeza cuando pienso en el verano:

  • El piestureo. ¡Y qué bien sienta! Adoro pintarme las uñas de los pies cuando ya puedes lucirlos y hundirlos en la arena de la playa, acercarte a la orilla y sentir ese escalofrío que da el contacto con el agua helada del Mediterráneo (y que conste que todo esto es desde antes de la era Instagram).
  • Perderme en un libro. Bajarme a la piscina con la toalla y una buena historia, de esas que consiguen que te olvides del día, de la hora y hasta del mundo. Disfrutar de esas rachas en las que te zampas tres libros en una semana.
  • Terracear. Hacer un alto en el camino para disfrutar de una buena cervecita al sol, con unas aceitunas, unas tapas y la mejor compañía del mundo.
  • Trasladar la oficina al balcón. Porque por muy mona que haya dejado yo la pared que tengo delante de mis narices en el estudio, sentarse al aire libre y, a lo lejos, incluso ver el mar, como que sienta mejor.
  • Gin-tonics que parecen macetas. Sí, soy una enamorada de los gin-tonics, y quiero pensar que no es consecuencia de la fiebre que ha entrado por esta bebida, que hace que a veces nos la cobren a precio de riñón. Una noche de verano, buenas amigas, algo de música y una copa de balón en la mano. Eso es vida.

Y pensando mucho en esto, además de ahuyentar cualquier pensamiento maligno, igual consigo que que el satélite Meteosat ese se ponga de mi parte y nos mande unas cuantas fotillos de anticiclones permanentes, para que pronto podamos deshacernos de las mil capas de cebolla y lucir nuestra piel al sol (siempre con precaución).

Y vosotros, ¿me contáis que os sugiere el verano?

¡Feliz fin de semana!

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Porque nosotras nos lo curramos

Día de la mujer trabajadora

#PlayItLoud!

Ya sé que el día es mañana, pero dado que los sábados no son días de post, lo he adelantado al viernes para rendir mi particular homenaje a todas las mujeres currantas del mundo mundial. Sé que habrá quienes discrepen acerca de esta celebración, puede que algunas personas piensen que esto no hace más que potenciar esa distinción entre hombres y mujeres que tanto ha marcado la historia y que, desgraciadamente, sigue existiendo aún en ámbitos en los que no debería darse.

Somos diferentes en muchas cosas. Puede. El físico, por ejemplo, aquí no hay discusión posible. Existen también otros aspectos algo más subjetivos, pero sobre los que todos y todas hemos debatido tontamente, en el mejor de los casos, en más de dos ocasiones (y las que quedan). Los hombres son simples, las mujeres son malas entre ellas, los chicos siempre piensan en lo mismo, nosotras tendemos más al compromiso. Seguro que sabéis alargar la lista. Hay mucho de patio de colegio, de aquello de «los niños con los niños y las niñas con las niñas«, de tests post-pubertad de la Super Pop, de películas rancias y de televisión (des)educadora .

Pero hay algo en lo que no podemos ser distintos. En derechos. Y también en libertades. Aquí no se trata de ser más que nadie. Se trata de ser. Sin más. De elegir lo que queremos hacer con nuestra vida y de tener unos derechos que nos amparen en esa toma de decisiones. En nuestro día a día jugamos a aparentar que ya se tienen, pero aún queda mucho tanto por avanzar (y aún así se siguen dando pasos atrás). Y eso es aquí. Hay lugares donde todo esto que hablamos ni siquiera se menciona, quizás ni se plantea.

Así que, por todo lo dicho, sí, nos merecemos un Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Por ser capaces de decidir y de luchar por lo que queremos ser. Por hacer el hueco cada vez más grande en ámbitos laborales que hasta hace muy poco se nos tenían vetados. Por seguir caminando hacia delante y lograr convertirnos en iguales, por muy distintos que seamos. Porque llegue el día en que esta celebración no sea más que un guiño al pasado y la palabra discriminación haya caído en desuso.

¡Felicidades a todas! ¡Y a seguir currando!

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Calendario Marzo Craft&Music

Calendario descargable marzo craft&music

#PlayItLoud!

Se nos va febrero. Y yo sé que eso de que el tiempo vuele casi a la velocidad de la luz no suele llevarse bien, que nos parece que los minutos, las horas y los días se nos escapan sin piedad, sin que podamos si quiera agarrarlos de una esquinilla. Pero hay épocas del año en las que el correr de los días te dibuja una sonrisa en la cara. Y una de ellas es la llegada de la primavera.

Marzo siempre llega con la promesa de regalarle unos cuantos grados al termómetro, unos minutos más de luz al día (¡ya queda menos para que cambien la hora!), un buen puñado de flores a esos árboles que hasta hace bien poco lucían «pelaos», y un buen chute de alegría de vivir a los que somos «muy fanes» del sol, del calor, de la primavera y sobre todo del verano. Y es que cuando llega marzo, éste ya se siente más cerca.

Y yo, que quiero ser como marzo y regalar detalles que arranquen sonrisas, os traigo el calendario gratuito del mes, segunda entrega. ¡Descargable a golpe de clic! Os recuerdo los pasos para convertirlo en vuestro fondo de escritorio:

1) haced clic en la imagen para verla en su tamaño original; 2) haced clic con el botón derecho de vuestro ratón3) seleccionad Establecer como fondo de escritorio.

Para amantes de lo tradicional, también puede imprimirse en papel y colgarse en la pared.

Así de fácil. Si os gusta, descargadlo y contádselo a vuestras amigas, madres, hermanas, vecinas. Colocádselo a la abuela en el ordenador. ¡Y dejadme algún comentario! Que me encantará leeros y saber qué pensáis.

¡Feliz fin de semana ! Y para aquellos que habiten por tierras sureñas, ¡feliz puente!

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Juegos de palabras

enroscados día internacional lengua materna

#PlayItLoud!

Algunos llevan más y otros menos, pero de un tiempo a esta parte no hay día en que no se celebre algo. Hay Día Mundial del Agua, de la Poesía, de la Cosmonáutica, hasta Día Mundial del Soltero. Ayer fue el Día Internacional de los Gatos y hoy es el Día Internacional de la Lengua Materna (he dado con esta web, en la que podéis ver todos los que están por venir en lo que queda de año y hasta el 2022, ahí es nada).

He de decir que a mí  esto de usar los días para festejar, en algunos casos, y concienciar y sensibilizar, en muchos otros, me parece genial. Lo cierto es que yo al tema de la onomástica le tenía el interés un poco perdido, sobre todo cuando, siendo sincera, y podéis llamarme egoísta si queréis, el único santo que alguna vez me ha importado ha sido el mío, por eso de que siempre te cayera algún regalito y sentirte medio protagonista del día (aunque eso era percepción mía propia, porque al final, reconozcámoslo, de tu santo sólo te acuerdas , tus tocayas, tu madre y para de contar).

Lo dicho, que hoy le toca el turno a la Lengua Materna. Y como dicha conmemoración me ha llamado la atención, he pensado que podía aportar mi granito de arena desde el blog dedicándole a mi lengua materna la ilustración del viernes. ¿De qué manera? Pues dibujando una de mis palabras favoritas. Éstas van cambiando con los años y puede que a lo largo de nuestra vida hayamos tenido un buen puñado de palabras de esas que nos gusta decir, que incluso intentamos colar en conversaciones aunque no venga mucho al caso, o puede que jamás te lo hayas planteado y que esto te parezca una reverenda tontería. Pero seguro que, si le dedicas un rato, das con alguna que signifique algo especial para ti, que te recuerde a algo o al alguien o que te haga viajar en el tiempo.

Así que os propongo un juego. ¿Qué os parece si compartimos nuestras palabras favoritas? Empiezo yo y además, os la dibujo. Mi palabra ilustrada es enroscados (hoy me tomo la licencia de ponerme en modo romántico). Y no es sólo una simple palabra, sino que es también una muestra de la riqueza de nuestra lengua: los distintos significados que se le pueden dar a una palabra que, en su uso más general, carece de connotación afectiva alguna. Y es que no es lo mismo enroscar el tapón de un bote que enroscarse y dormir la siesta en el sofá, por ejemplo.

Ahora os toca a vosotros, ¿cuál es vuestra palabra preferida?

¡Feliz viernes!

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Que viva el amor, en todas sus formas

bizcocho chocolate.001

*Play it Loud!

Por si alguien aún no se ha enterado (lo cual sólo sería posible tras despertar de un coma profundo y no tener un calendario a mano… ni acceso a twitter), hoy es el día de los Enamorados. A modo pronóstico del tiempo, se prevén lluvias de corazones y vientos fuertes de romanticismo. Alerta roja, señores (rojo amor), por lo que se recomienda a los alérgicos a estos aires que desactiven la conexión wifi y el 3G del móvil y eviten pulular por las redes sociales hasta mañana sábado (aún entonces habrá posibilidad de chubascos fuertes o moderados).

El señor San Valentín es de esos a quienes se ama o se odia. Lo tachan de comercial, de gancho de las grandes superficies comerciales, que ávidas de dinero nos atraen con sus anuncios para quedarse con los pocos eurillos que venimos ganando en los últimos tiempos (aunque, ¿soy yo, o este año no ha habido demasiada campaña televisiva enfocada a este día? No es que yo pase demasiadas horas delante de la caja tonta, pero es que desde Navidad yo no hago más que ver anuncios de medicamentos contra la gripe). Y sin embargo, la wikipedia, que todo lo sabe, nos cuenta que este buen hombre vivió allá por el siglo III en Roma y que casaba en secreto a jóvenes soldados, en servicio activo, con sus enamoradas, cosa que estaba absolutamente prohibida en aquella época (aunque eso de las prohibiciones vuelve a estar a la orden del día…).

Independientemente de que os encante u os horrorice, yo os deseo desde aquí un feliz día del amor. Y es que, ¿quién puede levantar la mano para decir que nunca ha estado enamorado? Esto, amigos, es una fuerza de la que nadie se escapa. Porque hay amor en todo lo que nos rodea (no, no cierres la página, que no me estoy poniendo modo ñoña total, dame un minuto).  Ni existe un único tipo de amor, ni este día es patrimonio de novios y matrimonios. La vida es para enamorarse mucho, de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestras mascotas, de nuestros trabajos (esto debería ser un derecho universal), de nuestras series favoritas, de las películas que te dejan sin aliento, de la música, del arte, de las mañanas de domingo, de las meriendas cenas. Porque no hay nada mejor que apasionarse por la vida, aunque duela y nos rompa el corazón en demasiadas ocasiones.

Y por eso yo hoy celebro San Valentín. Por eso y porque todo lo que sea celebrar algo a mí me parece de lo más sano y divertido. Y, además, es viernes. Así que os animo a hacer lo mismo, celebrad el amor, en todas sus formas y colores. Sonreídle a la vida. Sed felices. Y a las grandes superficies, ni agua. Si tenéis que hacer un regalo, ¡apostad por lo hecho a mano!

Feliz fin de semana (y dadle al *play: Ama, ama y ensancha el alma).

PD. Podéis encontrar la receta del bizcocho de chocolate de la foto el el precioso blog Bleubird (os puedo asegurar que está riquísimo).

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La obligación de ser felices

Amanece.001*Play it Loud!

Ando algo dispersa. Enero está siendo un mes raro, raro, raro y, a veces, cuesta sacarse las cosas que inquietan de adentro y dejarlas ahí, donde no puedan molestar. Por supuesto el lugar indicado no es el post de los viernes, que aún quiero que sigáis visitándome y haceros pasar cinco minutos agradables (o todo el tiempo que queráis). Así que, de momento, no inauguraremos la sección «gabinete de crisis». Mejor hablemos de cosas bonitas.

Como que mañana empieza febrero, y es de obligado cumplimiento descargarse el calendario del mes, ya sea para vuestros ordenadores, tabletas o bien impreso y colgado en la pared.

Y es que febrero va a traer un montón de cosas buenas, ya veréis. Tengo varios proyectos que van tomando forma y ya se colocan en fila india para empezar a desfilar por el blog, por lo que mejor (voz cinematográfica onpermanezcan atentos a sus pantallas. ¡Esto no ha hecho más que empezar!

A parte de todo esto, es viernes. Y los viernes en sí son una buena cosa. Porque durante dos días y medio podré apoderarme de ese regalo infantil que consiste en poder hacer lo que más me apetezca en cada momento, sin más responsabilidad que la de pasar un buen rato. Cuelgo las obligaciones hasta el lunes y no pienso cruzar palabra con ellas hasta entonces.

Toca empezar un buen libro. Cocinar un plato rico. Una sesión continua de la serie de turno (por aquí estamos con Orange is the new Black). Alguna película de las que tenemos pendientes. Unos ratitos de siesta. Un amanecer, o un atardecer. El despertador apagado. Ir a dar un paseo. Dibujar. Hacer manualidades. Ser felices.

Y hoy, dadle al *play y cantad como lo hace Love of Lesbian, «¡Sí saldremos de esta!».

¡Hasta el lunes!

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Dicen que es viernes…

viernes?*Play it Loud!

Porque miro el móvil y, efectivamente, me chiva que es viernes, porque si fuera por sensación propia, bien podría ser el miércoles de una semana que se repite en bucle, sin fines de semana. Y es que llevo dos con la nariz pegada a la pantalla del ordenador, de lunes a domingo, en la oficina y en casa, desde las ocho de la mañana hasta la madrugada del día siguiente. Creo que si alguien viniese por detrás a pegarme una colleja, mis dos ojos saltarían a la mesa, pidiendo hidratación y horas de sueño.

Aunque pueda parecerlo, esto no es una queja (pese a que yo, a veces, me queje más que respiro), ya que gran parte de esas horas invertidas las he pasado ilustrando un trabajo precioso que quisiera, si pudiera, enseñaros, pero no puedo. Al menos de momento. Y como ilustrar y craftear son de las cosas que más disfruto en el mundo, pues ante algo así no puedo más que seguir sonriendo. Pero eso no quita que, llegados a este punto, firmara por pasar una semana en las montañas de Heidi, en el pico más remoto, donde no hubiese electricidad, ni pudiese llegar un sólo mega de las fibras ópticas esas que anuncian en la tele. Dormir, respirar aire fresco y pasear con Pedro y sus cabrillas. Firmaba, os lo prometo.

Pero aquí sigo, delante de este cacharro, para cumplir con mi post de los viernes y que quienes ya tenéis costumbre de pasar por aquí podáis seguir leyendo mis chaladuras. Muchas gracias, por cierto, de las grandes. Y a los nuevos también. Gracias por pasar. Por aquí solemos tratar bien a la gente, ¡así que podéis quedaros!

Tres hurras por mi señor Wayne, que lleva preparándome la cena un importante número de noches sin perder la sonrisa. Prometo compensación en forma de recetas dignas de un Master Chef  y también prometo organización y planificación, para que mi mundo deje de ser un caos y pueda cerrar el chiringuito a unas horas decentes.

Y no más por hoy. Es viernes. Sí que lo es. Así que disfrutad y haced un buen puñado de las cosas que más os gusten.

¡Nos leemos el lunes!

PD. ¡Dadle al *play de hoy, que es bien bonito!

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