¿Por qué nunca me compré Grease?

Olivia Newton-John Grease#PlayItLoud!

¡Ay, los viejos tiempos! Aquellos en los que salíamos a la calle sin móvil hasta que se hacía de noche (y éramos capaces de encontrar a todos nuestros amigos, aunque no hubiésemos quedado), mandábamos cartas durante el invierno a los colegas que hacíamos en los campamentos de verano (esos sin los que parecía que jamás podríamos volver a vivir) y los fines de semana tu madre te daba dinero para ir a alquilar una película al videoclub.

Todo esto sucedía allá por principios de los noventa y en aquellas excursiones al templo de las películas, donde cientos de carátulas de pelis VHS se agolpaban en filas y filas de estanterías repartidas por varios pasillos, yo tenía mi favorita entre todas todas y sí, como ya habréis podido adivinar, era Grease.

Adoraba Grease (aún lo sigo haciendo) y podía verla infinitas veces en bucle sin cansarme de ella. Durante los días que duraba el alquiler intentaba ponérmela todas las veces que podía antes de devolverla al videoclub y esperar ansiosa a que mi madre volviese a darme dinero para alquilarla de nuevo. Esto no funcionaba del todo bien cuando la misión de elegir título debía ser compartida con mis hermanos, pero cuando podía escaparme sola, no alquilaba otra. Hasta el día que mi madre me dijo que le parecía a ella que ya estaba bien, que eso de invertir dinero una y otra vez en lo mismo no tenía mucho sentido y que hiciera el favor de elegir otra…

Pero la cosa no se quedaba en ponerme Grease en la tele. Por si fuera poco, el dueño de uno de los bares de la plazoleta donde jugábamos de niños, que era amigo de la familia, y mis hermanos y yo amigos de sus hijos y sobrinos, me grabó en una cinta de cassette la banda sonora de la película. Así que os podéis imaginar la de veces que ensayé la coreografía entre las cuatro paredes de mi habitación, creyéndome una Sandy Olsson de la vida en busca de su rebelde Danny Zuko. Recuerdo las noches de un verano en el que le pedíamos que la pusiera bien fuerte y mis amigas y yo convertíamos la plaza en aquel patio del instituto mientras bailábamos al ritmo de una especie de «chamimoa, chamimoa» que creíamos leer en los labios de los protagonistas cuando cantaban el «Summer Nights».

Después de tantos años no recuerdo bien si le hice caso a mi madre tras aquella advertencia suya o si seguí alquilando la película cada vez que tuve ocasión, pero tras todo este tiempo sí hay una cosa que me pregunto… ¿Por qué nunca me compré la película de Grease

Posiblemente os habréis tropezado con el video por las redes sociales, pero después de escribir este post no he dudado un momento al elegirlo como protagonista del #PlayItLoud! de hoy. Olivia Newton-John y John Travolta 35 años después, en una interpretación que a mí me despierta nostalgia y ternura a partes iguales. Da igual cuantos años pasen, ellos siempre serán Sandy y Danny y todos sus peculiares amigos.

¿No se os han quedado como ganas de ver Grease?

¡Feliz fin de semana!

fin post-